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Hay distintas casa solares de este apellido. Una de ellas radicó en Musácola, cerca de Mondragón (Guipúzcoa), de la que fue Señor Juan de Zabaleta, casado con doña María de Salinas, a la que hizo madre de Francisca Magdalena de Zabaleta y Salinas, mujer de Ascensio Medina; de Antonia, esposa de Juan de Aspinazu; de Ana, que celebró su enlace con Blas de Barrutia; de María, casada con Lucas de Resusta, y de Catalina, que se unió en matrimonio con Miguel de Arregui. El hijo mayor y sucesor fue el Capitán Pedro de Zabaleta y Salinas, que murió en Mondragón en 1640, después de haber servido muchos años en la Real Armada de la Carrera de Indias. Estuvo casado en Larrabezúa con doña Marina de Sarricolea. Sin sucesión. Otra familia, muy antigua, de Zabaleta moró en la villa de Villarreal de Urrechu (también en Guipúzcoa), en cuya jurisdicción se alza su casa solariega, frente a la cuesta de Descarga. Es una hermosa torre del siglo XVII, que adquirió modernamente nueva notoriedad por haber nacido en ella el guerrillero Artzaya, que de pastor de ovejas de esta montaña pasó a ser caudillo de las huestes guipuzcoanas contra los franceses, ascendiendo al grado de General de los Ejércitos españoles. Se llamó Gaspar de Jáungui. Cerca de dicha casa tuvo este linaje una ermita propia, bajo la advocación de San Juan Bautista. I. Pedro de Zabaleta, Señor de esta casa, contrajo matrimonio con doña Domenja de Aguinaga, y tuvieron, entre otros hijos, a II. Juan de Zabaleta y Aguinaga, Señor de la casa de su apellido, que se halló en la recuperación de Fuenterrabía. Casó dos veces: la primera, con doña María de Iturbe Irigoyen, y la segunda, en Zumárraga, el 17 de Abril de 1529, con doña María Joaniz de Zabalo y Legazpi. Del primer enlace no tuvo sucesión, naciendo del segundo, entre otros hijos III. Santuru de Zabaleta y Zabalo, Señor de la Casa de Zabaleta, que sirvió a Felipe II en la guerra de Francia en 1558. Casó con doña Catalina de Beidacar, en la que tuvo cinco hijos, siendo el primogénito y sucesor IV. Juan de Zabaleta y Beidacar, Señor de los solares de Zabaleta y Beidacar, Familiar del Santo Oficio y esposo de doña N. de Galdós, de la que tuvo a V. Domingo de Zabaleta y Galdós, sucesor en los solares de sus padres, Capitán de los Ejércitos en Flandes, donde murió gloriosamente, soltero. Un hermano de su padre, llamado Santos de Zabaleta y Beidacar, Pagador de la Armada y Capitán, fue tronco de la segunda rama de esta familia, que no podemos referir por falta de espacio. Otras casas de Zabaleta hubo en las villas de Villarreal de Urrechu, Azpéitia, Zumárraga, Tolosa, Elduayen, Lesaca, Mondragón e Irún. Todo en Guipúzcoa. En Vizcaya radicó otra casa en el Duranguesado.      

Escudos de Armas del apellido:
Las casas de las villas de Azpéitia y Zumárraga: De sinople, con una torre de plata. La casa de la villa de Villarreal de Urrechu: De oro, con un árbol de sinople, y un jabalí de sable, empinado al tronco. Actualmente ostenta esta misma casa: De oro, con cuatro escudetes de gules, puestos en dos palos y cargado cada uno de ellos de una cruz de plata, a todo trance. Entre los escudetes, tres panelas de sinople, puestas dos en los flancos y la tercera en punta. Así las usaron también en el Duranguesado. Estas mismás armas señala Gómez de Arévalo a otros Zabaleta de Tolosa, Elduayen y Lesaca. Las casas de las villas de Mondragón e Irún: Cuartelado: 1º y 4º, de plata, con un águila de sable, y 2º y 3º, de gules, con cinco veneras de oro, puestas en sotuer.

Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huérfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miércoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los príncipes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general. El águila se concede en los blasones a los hombres que exceden en valor, generosidad y braveza a los demás hombres. El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apóstol en su martirio. La cruz es una pieza honorable, que representa la espada del caballero, dándose en Armería al combatiente que sacaba la espada teñida de sangre de sus enemigos. Del tiempo de las cruzadas quedaron algunas familias con la cruz por armas, para denotar que habían estado en ellas. La casa solariega, también llamada solar, casa fuerte, casa palacio, casa torre, casona, casal, etc., es el símbolo de las antiguas libertades de los nobles, caballeros e hidalgos, notoriedad y nobleza.