Apellido antiguo y noble, muy difundido por las tres provincias vascongadas, con numerosas ramificaciones en América En el Libro Becerro se dice que, al comienzo de la Reconquista, un caballero de este linaje acompañó al Rey don Pelayo. Florez de Ocariz añade que dicho caballero se llamó Lope de Zabala. EN VIZCAYA En Vizcaya radicaron casas de Zabala, en las villas de Bilbao, Durango, Elorrio y Portugalete, ésta del partido de Valmaseda; en las anteiglesias de Dima, Ceánuri, Bernagoitia y Yurre, del partido de Durango, y en la de Zamudio, del de Bilbao. De la casa de la anteiglesia de Yurre fue Pascual de Zabala, casado con doña Juana N., a la que hizo madre de Agustín de Zabala, vecino de Yurre y esposo de doña María de Lasarte, en la que procreó a Martín, que sigue, Gregorio y Juana de Zabala y Lasarte. El mayor, Martín de Zabala y Lasarte, nació en Yurre, y trasladó su residencia al lugar de Amézaga, del Valle de Zuya, en Álava, donde contrajo matrimonio con doña Águeda Artiaga, y fueron padres de Bartolomé de Zabala y Artiaga, bautizado en Amézaga el 25 de Noviembre de 1657, que celebró su enlace con doña María de la Fuente, naciendo de esta unión Matías, que sigue, Tomás de Zabala y de la Fuente, bautizado el 28 de Diciembre de 1682, y Águeda de Zabala y de la Fuente, bautizada el 14 de Septiembre de 1688. El mayor, Matías de Zabala y de la Fuente, nació en Vitoriano, lugar del mismo Valle de Zuya, y recibió el bautismo el 29 de Febrero de 1680. Casó con doña María de Estavillo y tuvo a Manuel Matías de Zabala y Estavillo, bautizado en Guereña, lugar del Concejo de Foronda, del partido de Vitoria, el 27 de Julio de 1713. Se unió en matrimonio con doña Francisca Escota, a la que hizo madre de Manuel de Zabala y Escota, bautizado en Guereña el 10 de Diciembre de 1751, que litigó su hidalguía en la Real Chancillería de Valladolid y ganó ejecutoria de nobleza el 14 de Septiembre de 1807. Había casado con doña Isidora de Álava, en la que procreó a Francisco Antonio, bautizado el 13 de Septiembre de 1773; a Gaspar, bautizado el 6 de Enero de 1779, y a Blas de Zabala y Álava, bautizado el 2 de Febrero de 1782. De la misma casa de la anteiglesia de Yurre descendió Esteban de Zabala, que pasó a Chile y fue uno de los fundadores de la ciudad de La Serena, en 1549. La casa radicada en la villa de Elorrio fue solar de nobles infanzones y estuvo sita en la barriada llamada de Igurria. A esta casa perteneció Juan de Zabala, esposo de doña Catalina de Azcarreta, y ambos padres de Martín de Zabala y Azcarreta, que se estableció en El Losar (Ávila), donde casó con doña Catalina Gómez. Sus descendientes incoaron expediente de Vizcainía, ganando Real provisión el 9 de Julio de 1755. De la casa de la villa de Durango fue Gregorio de Zabala, padre, en doña María Sáenz de Bernabarrea, de Bartolomé de Zabala y Bernabarrea, casado con doña María Ortiz de Eizaga, a la que hizo madre de Pedro de Zabala Eizaga, bautizado en Durango el 14 de Marzo de 1641, que en su mujer, doña María Garro, tuvo a Antonio de Zabala y Garro, bautizado en Durango el 17 de Noviembre de 1689, que se unió en matrimonio con doña Jerónima Baltanás, naciendo de este enlace Juan Antonio de Zabala y Baltanás, natural de Peciña (Navarra), bautizado el 13 de Mayo de 1737, que fue vecino de Nájera (Rioja), y el 26 de Febrero de 1774 ganó Real provisión de Vizcainía en la Chancillería de Valladolid. De la misma casa de la villa de Durango procedió Bruno Mauricio de Zabala, bautizado en Durango el 6 de Octubre de 1682 y fallecido en Panamá en 1736. Fue Señor del Mayorazgo de Zabala, en Durango, Caballero de la Orden de Calatrava, Mariscal de Campo de los Reales Ejércitos de S. M., Gobernador y Capitán general de Buenos Aires, en 1717, y cofundador de Montevideo, con seis familias de Buenos Aires, compuestas de treinta y tres individuos. Testó en Buenos Aires, antes de pasar a Montevideo, el 19 de Enero de 1724, dejando cuatro hijos naturales. El fundador de Montevideo era hijo de Nicolás Ibáñez de Zabala, Caballero de la Orden de Calatrava y Gobernador de unas provincias del Perú, y de su mujer, doña Catalina López de Cortázar, y nieto del Licenciado Martín de Zabala y de su esposa doña Águeda de Churruca y Olano. De la casa de la anteiglesia de Zamudio descendió Diego de Zabala y Elordui, marido de doña María Sáinz, y ambos padres de Lucas de Zabala y Sáinz, casado con doña María Ochoa de Ormaeche, a la que hizo madre de Blas de Zabala y Ormaeche, bautizado en Zamudio el 2 de Febrero de 1680, que casó con doña Antonia Jacinta de Nogueira, natural de la feligresía de Coiro, en Galicia. Fueron padres de Domingo Antonio de Zabala y Nogueira, bautizado en San Salvador de Coiro (Pontevedra), el 20 de Abril de 1714, que celebró su enlace con doña Cristina Durán y Bermúdez, llamada también Cristina Araujo Durán. Procrearon a José Ramón de Zabala y Durán, bautizado en la feligresía de San Juan de Jirán el 12 de Abril de 1744, que fue Capitán del Regimiento provincial de Pontevedra, y el 27 de Julio de 1797 obtuvo Real provisión de Vizcainía en la Chancillería de Valladolid. Originario del Señorío de Vizcaya fue también el Capitán Juan de Zabala, uno de los primeros conquistadores y pobladores de la ciudad de Antioquía, del departamento de su nombre en la hoy República de Colombia, y compañero de los Capitanes Taborda, Zafra, Centeno y Torreblanca. Desempeñó varios oficios, entre ellos, el de Regidor y Alcalde ordinario de Antioquía. Casó con doña Leonor Taborda (hija del Capitán Juan Taborda, también vizcaíno) y procrearon al Capitán Francisco de Zabala y Taborda, valeroso soldado, que contrajo matrimonio con doña Elvira de Biedma y Cisneros. Por sus servicios, fue agraciado con tres solares en la ciudad de Santa Fe de Antioquía. Dejó un hijo, llamado Francisco de Zabala y Biedma, esposo de doña Catalina Florez, y ambos padres de Elvira, Andrés, y Ventura de Zabala y Biedma. EN GUIPÚZCOA En Guipúzcoa hubo casas de Zabala, en el Valle de Aduna, del partido de San Sebastián y en las anteiglesias de Santo Tomás de Bolívar, de Marín, del Ayuntamiento de Escoriaza y partido de Vergara, y de Santa Marina de Oxirondo, cercana a Vergara. Otros solares hubo en Lezo, Anzuola, Amézqueta, Azcóitia, Villafranca de Oria y Eibar, esta última originaria de Bilbao. De la anteiglesia de Santo Tomás de Bolívar fue Juan de Zabala, casado con doña Magdalena de Cenarruza, de la que tuvo a Juan de Zabala y Cenarruza, que casó con doña Jerónima de Estecona y procrearon a Francisco de Zabala y Estecona, bautizado en Santo Tomás de Bolívar el 4 de Noviembre de 1680, que contrajo matrimonio con doña Catalina de Ceniga y Onaindia, y fueron padres de Juan de Zabala y Ceniga, bautizado en Santo Tomás de Bolívar el 15 de Mayo de 1710, que celebró su enlace con doña María Irusta y Ormaechea, naciendo de esta unión Juan de Zabala e Irusta, bautizado en Santo Tomás de Bolívar el 20 de Septiembre de 1749, que el 20 de Marzo de 1789 obtuvo Real provisión de nobleza en la Chancillería de Valladolid. De la casa de la anteiglesia de Marín era Señor en 1520 Juan de Zabala, padre del Capitán Domingo de Zabala y de Juan de Zabala, que fue Señor de la casa solar de su apellido y dejó un hijo llamado Martín de Zabala, muerto en 1642 de más de noventa años. El Capitán Domingo de Zabala casó en Madrid en la parroquia de los Santos Justo y Pastor, el 7 de Septiembre de 1562, con doña Juana del Castillo. Pasó a la Habana y allí nació su hija doña Ana de Zabala y del Castillo, mujer del Capitán General Juan de Triviño y Guillamás, natural de Ávila y Gobernador de la provincia de Caracas. Con distinguida sucesión en la Habana, que ya llevó otros apellidos. De la casa de la anteiglesia de Santa Marina de Oxirondo fue Pedro de Zabala, que sirvió a los Reyes Católicos y casó con doña María Pérez de Gallaiztegui y fueron padres de Valerio, que sigue, Juan, sucesor en el solar de Zabala y marido de doña María de Iñurrigarro, y Ossana de Zabala y Gallaiztegui, mujer de su deudo Juan de Zabala, Señor de un solar de Zabala, en la villa de Anzuola. Valero de Zabala y Gallaiztegui casó en Mondragón con doña Teresa de Ascasibar, y fueron padres de Ascensio de Zabala y Ascasíbar, esposo de doña María Báñez de Olariaga, en la que tuvo a Pedro de Zabala y Olariaga, que celebró su enlace con doña María Ochoa de Oro y Mercado. Como sus padres, estos esposos vivieron en Mondragón, donde nacieron sus hijos Esteban, que sigue, y Magdalena de Zabala y de Oro, esposa de Nicolás de Aranguren. El Mayor, Esteban de Zabala y de Oro, fue Licenciado y Abogado de los Reales Consejos. Nació en Mondragón en 1594, y casó en la misma villa en 1620 con doña Ana de Jáuregui. Tuvieron varios hijos, siendo el sucesor Antonio de Zabala y Jáuregui, casado con doña Gracia Josefa de Alzolaras, a la que hizo madre de Jorge Antonio de Zabala y Alzolaras, Diputado general de Guipúzcoa en 1697 y esposo de doña María Ana Ignacia de Portu y Ozaeta, natural de Azcóitia. Procrearon a Antonio María de Zabala y Portu, Colegial Mayor en el de San Bartolomé de Salamanca, Diputado general de Guipúzcoa en 1769, y muy versado en la ciencia histórica. Contrajo matrimonio con doña Joaquina María Gaytán de Ayala y Andoain (hija de Manuel Gaytán de Ayala y de doña Vicenta García de Andoain, Condes de Villafranca de Gaytán y del Sacro Romano Imperio, Marqueses de Aravaca y de Tola). Fue su hijo primogénito y sucesor José María de Zabala y Gaytán de Ayala, casado en Azcóitia, con doña Maria Josefa de Altuna y Larrizábal, a la que hizo madre de siete hijos. El mayor y sucesor se llamó Antonio María de Zabala y Altuna, Diputado general por el partido de Azcóitia en 1853, que celebró su enlace en Azcóitia con doña Rosario de Altuna. Procrearon a Ricardo, que sigue, y a Clotilde de Zabala y Altuna, casada con su tío, hermano de su padre, José de Zabala y Altuna. Con sucesión. Ricardo de Zabala y Altuna, último varón de esta línea, casó con doña Guadalupe de Cincunegui, y fueron sus hijas Concepción, esposa de Francisco Javier de Ureta, y Juana de Zabala y Cincunegui, mujer de Luis Jordán de Urríes. De la casa de Zabala, o Zavala, de la villa de Villafranca de Oria, descendió I. Domingo Martínez de Zavala y Arramendía, que casó con doña María Juan de Mendiola, y fueron padres de 1º Catalina de Zavala y Mendiola, que sigue, y 2º Domingo de Zavala y Mendiola, Contador de S. M. en la Contaduría Mayor de Hacienda, y Caballero de la Orden de Alcántara. Se halló en la batalla de Lepanto cerca de don Juan de Austria, que después le dirigió una carta muy laudatoria, haciendo historia de las memorables hazañas de este caballero, carta que, por su mucha extensión, no podemos reproducir. Estuvo casado con doña Magdalena de Arrúe y Acelain, natural de Zaldivia y Señora del solar de Arrúe. Edificó en Villafranca de Oria el suntuoso palacio de Zavala, en el cual se aposentaron los Reyes Felipe III, en 1615; Felipe IV, en 1660, y Felipe V, en 1701. Por escritura de 1603 fundó el mayorazgo de Zavala, en el que sucedió su hijo único, Martín de Zavala y Arrúe, Caballero de la Orden de Santiago, casado en 1602 con doña Isabel de Avendaño, Señora de Villarreal de Álava y de los palacios de Avendaño, Olaso Arazuri y Montalbán. No tuvieron sucesión, muriendo él en Villafranca de Oria e125 de Noviembre de 1614. II. Catalina de Zavala y Mendiola sucedió en la casa y celebró su enlace en la misma villa con Miguel de Arramendi, naciendo de esta unión III. Miguel de Arramendi y Zavala, que contrajo matrimonio con doña María López de Semper y Zubillaga, y fueron padres de IV. María Ochoa de Arramendi Zavala y Semper, que casó con Domingo de Aranguren, que la hizo madre de V. Domingo de Zavala y Aranguren, que usó el apellido Zavala en primer lugar, por haber heredado el mayorazgo de Zavala, en Villafranca de Oria, a la muerte, sin sucesión, de Martín de Zabala y Arrúe. Fue Caballero de la Orden de Santiago, Superintendente, Veedor y Gobernador de las Fábricas de Armas de Tolosa y Placencia; Diputado general en la Corte por la provincia de Guipúzcoa, y se halló en el socorro de Fuenterrabía. Se unió en matrimonio con doña Margarita de Arteaga y Lazcano, naciendo de este enlace 1º Diego Antonio de Zavala y Aranguren Arteaga, que sigue. 2º Andrés, Capitán de Infantería, muerto en la guerra de Sicilia. 3º Polonia, mujer del Capitán Alonso de Hereñozu, y 4º El General Martín de Zavala y Aranguren Arteaga, Caballero de la Orden de Santiago, que sirvió en la Armada de Barlovento. VI. Diego Antonio de Zavala y Aranguren Arteaga fue también Caballero de la Orden de Santiago y Superintendente de las Fábricas de Armas de Tolosa y Placencia. En 1664 casó con doña María de Aramburu y Aburruza (hermana del Almirante Pedro de Aramburu), y procrearon a 1º José Francisco de Zavala y Aranguren Aramburu, que sigue, y 2º Domingo Ignacio, que fue Veedor de las mencionadas fábricas de armas hasta 1698, en que murió. VII. José Francisco de Zavala y Aranguren Aramburu desempeñó los mismos cargos que su padre, y casó, en l701 con doña María Francisca Vélez de Idiáquez y Guevara, Señora de las casas de Alzolaras y Urdaneta. Tuvieron a 1º Manuel Joaquín de Zavala Aranguren y Vélez de Idiáquez, que sigue, y 2º y 3º María Ana y María Josefa de Zavala Aranguren y Vélez de Idiáquez. VIII. Manuel Joaquín de Zavala Aranguren y Vélez de Idiáquez fue Guardia de Corp, Diputado general de Guipúzcoa y Sargento Mayor de la Coronelía de Guipúzcoa en 1742. Contrajo matrimonio con su prima segunda, doña María de Aramburu y Plaza, y de este enlace nacieron: 1º José Martín de Zavala y Aramburu, que sigue. 2º José Fernando, Teniente de Fragata. 3º y 4º María Josefa y María Ana de Jesús, monjas en Santa Clara, de Tolosa, y 5º Otra María Josefa, mujer de Juan Antonio de Zuloaga, Conde de la Torre Alta. IX. José Martín de Zavala y Aramburu fue Señor del palacio y mayorazgos de Zabala, en Tolosa; de los de Alzolaras e Idiáquez, en Cestona, y del de Aburruza en Tolosa; Diputado general de Guipúzcoa y Conde de Villafuertes, a la muerte, sin sucesión, de su prima doña María del Rosario de Aramburu. En 1771 casó con doña María Joaquina de Acedo y Atodo (hija de los Condes de Echauz y Señores de la villa de Río Cavado). Procrearon a 1º Manuel José de Zavala y Acedo, que sigue, y 2º María Micaela, esposa de José Joaquín de Salazar y Sánchez de Samaniego. X. Manuel José de Zavala y Acedo, fue Conde de Villafuertes y Señor del palacio y mayorazgos de su casa. Se unió en matrimonio con doña Escolástica Josefa Joaquina de Salazar y Sánchez Samaniego, y procrearon a 1º Ignacio de Zavala y Salazar, que sigue 2º Ladislao de Zavala y Salazar, Diputado general de Guipúzcoa, en 1844 y 1857, que casó con doña Victoria de Larreta Acelain, a la que hizo madre de a) Ursino de Zavala y Larreta, sucesor en la casa paterna de Tolosa, casado con doña Demetria de Echaide, de la que tuvo a: 1º, Ladislao, Presidente de la Diputación provincial de Guipúzcoa y esposo de doña María Luisa de Alcíbar, con sucesión; 2º, María de la Esperanza, monja en Santa Clara de Tolosa; 3º, Fermín, marido de doña María del Pilar de Mendía y Goizueta 4º, Concepción, soltera, y 5º, Miguel de Zabala Echaide, casado con doña Justiniana de Mendia y Goizueta. b) y c) Florencio y Eladio, solteros. d) Dolores, religiosa, y e) Isabel, mujer de Melitón de Iturria, con hijos. 3º Ramón de Zavala y Salazar, Presidente de la Diputación provincial de Guipúzcoa, que casó con doña Florencia de Eznarrizaga y Zuaznavar, a la que hizo madre de a) Luis de Zavala y Eznarrizaga, Diputado provincial de Guipúzcoa, en 1911, y b) José Manuel de Zavala y Eznarrizaga, Abogado y esposo de doña Soledad de Monzón-Olaso y Lardizábal. Es su hijo Ramón María de Zavala y Monzón. 4º Dolores de Zavala y Salazar, casada con Miguel María de Alcíbar, con sucesión, y 5º Casilda de Zavala y Salazar, que celebró su enlace con Ascericio Ignacio de Altuna, Diputado general de Guipúzcoa en 1856. Con hijos. XI. Ignacio de Zavala y Salazar fue Conde de Villafuertes y Diputado general de Guipúzcoa en 1830. Contrajo matrimonio con doña Josefa Ortes de Velasco y Urbina, de la ilustre casa de los Marqueses de la Alameda, en Vitoria, naciendo de esta unión: 1º Fediro de Zavala y Ortes de Velasco, Conde de Villafuertes, que murió soltero, y 2º José María de Zavala y Ortes de Velasco, Marqués de la Alameda, que casó con doña Trinidad de Bustamante, y tuvieron estos hijos: a) María del Pilar de Zavala y Bustamante, casada con Antonio de Verástegui. Con sucesión, y b) Tomása de Zavala y Bustamante, que contrajo matrimonio con Pedro de Verástegui, también con hijos. Otra casa guipuzcoana de Zabala o Zavala, originaria de la villa de Bilbao, radicó en la villa de Eibar, de la que fue Señor I. Martín López de Zabala, esposo de doña María Pérez de Iturrao Zurmarán, y ambos padres de II. Martín de Zabala Iturrao, que casó con doña Dominga de Urquizu Caldueguis, a la que hizo madre de III. Andrés de Zabala y Urquizu, que fue Procurador por el estado noble de Eibar. Pasó al Perú y desempeñó el cargo de Contador Mayor del Real Tribunal de Cruzada. En 1644 fundó el mayorazgo de su casa en Lima, donde contrajo matrimonio el 23 de Octubre de 1621, con doña Micaela de la Maza Usátegui, naciendo de esta unión varios hijos y siendo el primogénito y sucesor IV. Martín de Zabala y de la Maza, Caballero de la Orden de Santiago en 1636, Contador Mayor de Cruzada y Alcalde de Lima en 1670. Celebró dos matrimonios: el primero, con doña María de Astete Loaiza, y el segundo, con doña Teresa de Villela Esquivel. Del primer enlace no tuvo sucesión, naciendo del segundo: 1º Andrés de Zabala y Villela, Regidor perpetuo de Lima en 1693 y Alcalde de la misma ciudad en 1701. 2º Francisco de Zabala y Villela, que sigue, y 3º Diego de Zabala y Villela. V. Francisco de Zabala y Villela fue Caballero de la Orden de Calatrava, Contador Mayor de Cruzada y Alcalde de Lima en 1695. Se unió en matrimonio con doña Rosa de Esquivel Navia, y procrearon a Vl. José de Zabala Esquivel, que tuvo por esposa a doña Ángela Vázquez de Velasco, y fueron padres de VII. El Capitán Tadeo de Zabala Vázquez de Velasco, Contador de Cruzada y Alcalde de Lima en 1751. Celebró su enlace con doña Mariana Pardo de Figueroa Esquivel, Marquesa de San Lorenzo de Valleumbroso, a la que hizo madre de VIII. Pedro Nolasco de Zabala Pardo de Figueroa, que fue quinto Marqués de San Lorenzo de Valleumbroso y Comendador Mayor de Cruzada. Casó con su prima doña Ana Micaela Bravo del Rivero y Zabala, y tuvieron, entre otros hijos, a IX. Pedro José de Zabala Bravo del Rivero, sexto Marqués de San Lorenzo del Valleumbroso, Capitán del Regimiento de Dragones de Lima, Caballero de la Orden de Alcántara, Gran Cruz de Isabel la Católica, Mariscal de Campo en 1836 y Jefe de los Guardias Alabarderos de la Reina en 1841. Casó en Madrid con su prima doña Grimanesa de la Puente Bravo de Lagunas, quinta Marquesa de la Puente y Sotomayor, y fueron padres, entre otros hijos, de X. Juan de Zabala y Puente, Capitán General de los Reales Ejércitos y primer Marqués de Sierra-Bullones, Grande de España, Presidente del Consejo de Ministros, Caballero de San Fernando y Gentilhombre de Cámara. Contrajo matrimonio con doña María del Pilar de Guzmán La Cerda, Condesa de Paredes de Nava, Condesa de Oñate, Condesa de Treviño, Marquesa de Montealegre, Dama de la Reina y Grande de España. Fue su hijo XI. Juan de Zabala y Guzmán, Teniente General de los Reales Ejércitos, Duque de Nájera, Marqués de Sierra-Bullones, de Montealegre, de Guevara, de Quintana del Marco y Conde de Oñate, de Castronuevo y de Treviño, Grande de España, etc. Casó en 1901 con doña Carlota de Santamarca Donato, Condesa de Santamarca. Sin sucesión. EN ÁLAVA En esta provincia crearon nueva casa solar los Zabala en el Valle de Aramayona, del partido de Vitoria, y de ella descendió Tomás de Zabala, que en su mujer, doña Rafaela de Garroa, tuvo a Sebastián de Zabala y Garroa, natural de Aramayona y casado con doña Águeda de Eguía. Procrearon a Francisco de Zabala y Eguía, bautizado en Aramayona el 15 de Agosto de 1708, que se unió en matrimonio con doña Catalina de Azcárate, naciendo de este enlace José de Zabala y Azcárate, bautizado en Aramayona el 23 de Abril de 1739, que casó con doña Micaela de Nafarreta y tuvieron a Pedro Vicente de Zabala y Nafarreta, bautizado en Aramayona el 1 de Febrero de 1778. Fue Secretario del Ayuntamiento de la villa de Huércanos (Rioja); después se avecindó en la villa de Salinas de Añana (Álava). El 6 de Agosto de 1803 ganó Real provisión de hidalguía en la Chancillería de Valladolid. A la Orden Militar de Santiago pertenecieron numerosos caballeros de este apellido, entre ellos don Domingo de Zabala y Aranguren, gobernador de las fábricas de armas de Tolosa y superintendente de las de Cantabria. Muchos de los de este apellido, radicados en América, con preferencia en el Perú, certificaron asimismo su nobleza en las Reales Audiencias de Méjico. El linaje Zabala probó numerosas veces su nobleza en las Ordenes de Calatrava, Carlos II y Reales Compañías de Guardias Marinas.
Escudos de Armas del apellido:
Las casas de las villas de Bilbao y de Eibar: De azur, con tres fajas de gules, cargadas de un ceñidor de oro. La misma casa de la villa de Bilbao y la de Portugalete: Cuartelado: 1º y 4º, de azur, con un monte de plata, sumado de un águila de oro, en actitud de emprender el vuelo, y 2º y 3º, de oro, con una encina de sinople, frutada de oro, y un jabalí de sable atravesado por delante del tronco. La casa de la villa de Durango: Partido: 1º, la cruz de Calatrava, y 2º, tres veneras, puestas en triángulo. Según el doctor Labayru, pero omite los esmaltes. Otros, de la misma villa de Durango: Partido: 1º, un pino, con dos lobos arriba y dos abajo, a cada lado del árbol, y a la derecha de éste, una caldera, y 2º, cinco bandas de derecha a izquierda; medio cortado, con una caldera, que cuelga de un anillo colocado en el jefe, y dos lobos empinados a la caldera, uno a la izquierda y otro a la derecha, como curioseando lo que hay dentro. Descripción del mismo Doctor Labayru, pero tampoco expresa los esmaltes. Las casas de la anteiglesia de Zamudio y de Asteasu: Partido: 1º, de plata, con un águila de sable, y 2º, de sinople, con cinco estrellas de oro, puestas en sotuer. Otros Zabala o Zavala, de Vizcaya: De gules, con una cruz, como la de Calatrava, de oro, y en cada ángulo del escudo, un sotuer del mismo metal. Bordura de sinople con cuatro veneras de plata y cuatro castillos de oro, alternando. Las casas guipuzcoanas del Valle de Aduna y de Lezo: Partido: 1º, de plata, con tres palos de azur, y 2º, de oro, con un león rampante, de gules. Bordura general de plata, con ocho armiños de sable. Algunos pintan en el segundo cuartel, en vez del león, un árbol de sinople con un lobo de sable empinado al tronco. Las casas de Vergara y Azcóitia: "Un escudo con una banda fileteada, una estrella en la parte superior del campo y una media luna en la inferior". Así las describe Juan Carlos de Guerra, pero no indica los esmaltes. La casa de la villa de Anzuola: Partido: 1º, de oro, con tres bandas de azur, y 2º, de plata, con un león rampante de gules. Bordura general de plata, con ocho armiños de sable. Estas armas son casi idénticas a las de las casas del Valle de Aduna y de Lezo. Sólo varían en que en el escudo de éstas las bandas son palos. La casa de la anteiglesia de Marín y sus derivadas de las villas de Amézqueta y Anguiosar: De oro, con un roble de sinople, frutado de oro, y un león de gules, empinado al tronco y mirando hacia el lado derecho. El palacio de los Zabala, en Villafranca de Oria, y la casa del lugar de Guellano traen las mismás armas de las casas de Bilbao y Portugalete. Otros traen: en campo de plata, tres palos de sinople.
Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza. El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huérfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miércoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los príncipes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general. El águila se concede en los blasones a los hombres que exceden en valor, generosidad y braveza a los demás hombres. El anillo en la antigüedad era símbolo de distinción. Como toda figura redonda y cerrada simboliza continuidad y totalidad. Los armiños, en heráldica, simbolizan la inclinación que tienen los hombres a viajar por tierra y mar; propensión que se atribuye a los Bretones. También representa la Pureza. El uso de traer los armiños por forros en sus vestidos, los Gobernadores y personas de representación, dió motivo a algunos heraldos para tener los armiños por símbolo de Dignidad. Fernando V, rey de Aragon, cuando echó de Calabria al duque de Lorena, descubierta la conspiración del príncipe de Resana, instituyó una Orden de caballería llamada del Armiño, dando a sus caballeros un collar de oro con un armiño pendiente, y por divisa el epígrafe "Malo mori quam faedari", para mostrar a los caballeros de dicha Orden que primero se debe morir que faltar a la fidelidad de su príncipe. El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apóstol en su martirio. La banda significa el tahalí del caballero, y la banda que traían atravesada del hombro diestro al flanco siniestro, y por eso se expresa en esta situación en el escudo, habiéndola puesto por armas muchos de los que fueron a las cruzadas, según el color con que se distinguian las naciones. La bordura simboliza protección, favor y recompensa; así mismo la cota que vestían los caballeros para la guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de la bordura de escudo, como insignia de valor. La bordura también se usa para combinar armerías, con la particularidad que las armas situadas en la bordura tienen siempre carácter secundario. Las calderas, en armería, eran la señal de "Rico hombre" en España, simbolizando la abundancia. Los castillos son geroglífico de grandeza, y de elevación, porque ellos exceden en hermosura, en fortaleza, y en magnitud a todos los demás edificios: denota también el asilo, y la salvaguardia. La cruz es una pieza honorable, que representa la espada del caballero, dándose en Armería al combatiente que sacaba la espada teñida de sangre de sus enemigos. Del tiempo de las cruzadas quedaron algunas familias con la cruz por armas, para denotar que habían estado en ellas. La casa solariega, también llamada solar, casa fuerte, casa palacio, casa torre, casona, casal, etc., es el símbolo de las antiguas libertades de los nobles, caballeros e hidalgos, notoriedad y nobleza.