Tienda online de heráldica en diversos materiales

Hubo familias del apellido Flor en Cataluña y en Valencia. La de esta última región se apellidó Flors. Ambas, a juzgar por sus escudos, debieron dimanar de los Flor del Valle de Piélagos, provincia de Santander. Otra familia, distinta de las anteriores, llevó, desde tiempos muy antiguos, en Mallorca, el apellido Flor, que es lo mismo en aquella isla, según Bover, que Zaflor, pues en documentos antiguos aparece escrito ese linaje Flor y Zaflor indistintamente. Uno de los primeros caballeros de la familia Flor mallorquina fue Guillermo Flor, que en 1285 juró obediencia al rey don Alonso III de Aragón, como diputado por la villa de Muro. Otro Guillermo Flor poseía, en 1343, la caballería de Lloró, en Santa Margarita, y fue aquel año baile general de la isla. Pedro Flor, doctor en medicina, fue médico de cámara del rey don Pedro IV de Aragón, y este monarca, con fecha 30 de febrero de 1381, le concedió, así como a su hijo Juan, una pensión anual de 150 reales de oro, de Mallorca, por haberle curado de una grave enfermedad. Juan Flor, también médico, y acaso hijo del anterior, era jurado en 1394, 1405 y 1409, de la ciudad de Mallorca, por el estamento de ciudadanos. Llevando el pendón real figuró en la comitiva que acudió a recibir al rey don Martín de Sicilia, cuando éste llegó a Mallorca. En el año de 1443 desempeñó el cargo de veguer en la misma ciudad.

Escudo de Armas:
Las primitivas de los Flor, del valle de Piélagos, en la provincia de Santander: De azur, con tres flores de lis de oro, puestas en triángulo. Estas mismas armas tienen los Flors, de Valencia. Los Flor, de Cataluña, traían : En campo de plata una flor de lis de gules. Los Flor, de Mallorca, ostentaron: De plata, con un brazo vestido de azur, moviente del flanco siniestro y con un ramo de flores en la mano, al natural.

Simbología del Escudo de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aún así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza. El brazo simboliza la fortaleza.