Desde tiempo inmemorial existió en el pueblo de Fiscal, del partido judicial de Boltaña, en la provincia de Huesca, la casa infanzona de Anglada. Esta casa-palacio estaba sita en el barrio de dicho pueblo denominado Macera y confrontaba con la calle pública que conduce al lugar de Gardies, perteneciente al ayuntamiento de Fiscal. Un caballero de ese solar se distinguió por su valor en la batalla de las Navas de Tolosa, a la que acudió acompañando a su rey don Pedro II, que, como es sabido, fue en ayuda del rey de Castilla don Alfonso VIII. Ambos monarcas, en agradecimiento a los méritos que el aludido caballero Anglada había contraído en la batalla de las Navas y en la toma de Ubeda, le autorizaron para aumentar sus armas en la forma que después se dirá. Otra familia de Anglada, originaria de los de este linaje en Aragón, radicó también desde muy antiguo en la isla de Mallorca. Fue siempre muy principal la de Baleares y se apellidó Zanglada, que es lo mismo que Anglada. Cuando el rey don Pedro IV de Aragón ocupó en 1343 la isla de Mallorca, Pascual Zanglada fue uno de los caballeros de la ciudad de Palma que le juraron obediencia y vasallaje.
Escudos de Armas del apellido:
Las armas primitivas del solar de Anglada, en el pueblo de Fiscal (Aragón), eran: En campo de oro, tres fajas de sable. Estas armas fueron aumentadas por el caballero Anglada, de dicho solar, que asistió a la batalla de las Navas de Tolosa, quien las organizó en la siguiente forma: En campo de oro, tres fajas de sable, cargada cada una de ellas de tres cabezas de clavo, de oro, y bordura de azur, con ocho cruces de gules. La bordura le concedieron don Pedro II de Aragón y don Alfonso VIII de Castilla, en memoria de la cruz que, según la tradición, apareció en dicha batalla. También le autorizaron los mismos reyes para que pudiera añadir a cada una de las tres fajas que venían ostentando en su escudo los Anglada, los tres clavos de oro de tres caras y terminados en punta, como recuerdo de la jornada y toma de Ubeda, en la que también intervino dicho caballero, y en la que los moros extremaron su ingenio para defenderse de los cristianos, clavando en los caminos por los que tenían que avanzar éstos, multitud de clavos de afiladas cabezas, que hirieran los cascos de los caballos impidiéndoles caminar. Los Anglada o Zanglada, de Baleares, traen estas otras armas: En campo de gules, tres fajas de plata, cargadas de cuatro castillos de piedra: uno sobre la primera, dos sobre la del centro y uno sobre la tercera.
Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc..), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc.., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc..) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc., "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza. La bordura simboliza protección, favor y recompensa; así mismo la cota que vestían los caballeros para la guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de la bordura de escudo, como insignia de valor. La bordura también se usa para combinar armerías, con la particularidad que las armas situadas en la bordura tienen siempre carácter secundario. El caballero simboliza la nobleza. En los comienzos de la Edad Moderna, era "soldado de caballería, que servia a su costa con armas y caballo". Desde el reinado de Felipe III, Caballero es el "Hidalgo de Nobleza reconocida". El caballo es símbolo de la guerra, representando la osadía y la rapidez en la acción. La cabeza significa trofeo, valor, superioridad y despojo sangriento. Los castillos son geroglífico de grandeza, y de elevación, porque ellos exceden en hermosura, en fortaleza, y en magnitud a todos los demás edificios: denota también el asilo, y la salvaguardia. La cruz es una pieza honorable, que representa la espada del caballero, dándose en Armería al combatiente que sacaba la espada teñida de sangre de sus enemigos. Del tiempo de las cruzadas quedaron algunas familias con la cruz por armas, para denotar que habían estado en ellas. El casco simboliza la nobleza del caballero.