Son varias las casas de este apellido que radicaron en Navarra, considerándose como una de las más antiguas la sita en el lugar de Añoa, parroquia de Santa María, aneja al Monasterio de San Salvador de Urdax, villa ésta que pertenece al partido judicial de Pamplona, y situada al pie o falda del Pirineo. Tiene línea muy noble y distinguida en el Perú. Otras radicaron en la villa de Echalar, del partido judicial de Pamplona; en el barrio de Zuazoi, de la jurisdicción de la villa de Azpilcueta en el valle del Baztán; en la villa de Errazu, en el mismo valle; en el lugar de Lecaroz, también del valle del Baztán; en el de Zalba, del Ayuntamiento de Ariasgoiti y partido judicial de Aoiz, y en la villa de Zubieta, del partido de Pamplona. La casa de la villa de Echalar tuvo línea en Chile. De la del barrio de Zuazoi de Azpilcueta dimanó otra línea avecindada en Buenos Aires, y de la que fue Miguel de Irigoyen de la Quintana, natural de Buenos Aires, Alférez del Regimiento de Dragones de dicha ciudad y Caballero de la Orden de Alcántara, en la que ingresó el 28 de Julio de 1794. Y de la casa de la villa de Errazu pasó otra línea a la villa de Urdax, del mismo partido de Pamplona, perteneciendo a ella Juan Bautista de Irigoyen e Iriarte, natural de Urda y Caballero de la Orden de Santiago, desde el 19 de Diciembre de 1795. En Guipúzcoa radicaron casas de Irigoyen en la villa de Tolosa, en las de Villareal de Urrechu y de Mondragón, del partido de Vergara; en el valle de Anguiozar, de la jurisdicción de la villa de Elgueta, en el mismo partido judicial de Vergara; en Igueldo, de la jurisdicción de San Sebastián; en Zubieta de Usúrbil; en esta villa de Usúrbil y en Zubieta de San Sebastián. Algún autor manifiesta que en el valle de Anguiozar hubo dos casas de Irigoyen, una denominada de Suso y otra de Yuso. El Doctor Labayru señala la existencia de otras dos casas del apellido que venimos estudiando, en Vizcaya. Una de ellas radicó en Bilbao, y el citado tratadista le asigna el mismo escudo de armas de la casa navarra de Irigoyen del lugar de Añoa, lo que indica indudable relación entre ambas, bien porque la de Bilbao procediese de la de Añoa, bien porque el origen de las dos fuese el mismo. La otra casa tuvo asiento en las Encartaciones, y el citado Doctor Jaime de Labayru le señala armas que corresponden también a las casas guipuzcoanas de Villareal de Urrechu, Mondragón, Tolosa e Igueldo, lo que acusa igualmente un mismo origen todas ellas. Otra casa de Irigoyen, sin duda dimanada de la casa navarra del lugar de Añoa, puesto que tenía las mismas armas, hubo San Juan de Pie de Puerto (Baja Navarra), y otra radicó en Sare que es un Municipio de Francia, del distrito de Bayona, en los Bajos Pirineos. Esta casa de Sare debió también tener alguna relación o nexo con la navarra del mismo apellido del lugar de Añoa, no sólo por su proximidad (ambas están inmediatas a la frontera que separa a España y Francia), sino porque algunos datos acusan que tuvieron escudos de armas muy semejantes. Una y otra se apellidaron, además, Irigoyen e Yrigoyen, indistintamente. Esta casa de Sare tuvo línea en Buenos Aires, a la que perteneció don Hipólito Irigoyen, político Argentino y Presidente de aquella República.
Escudos de Armas del apellido:
Las de las casas del lugar de Añoa y de San Juan de Pie de Puerto: Partido: 1º, de plata, con la imagen de San Juan Apóstol y Evangelista, con la túnica de azur y el manto de gules, la cara y los pies de carnación y sosteniendo en la mano izquierda un cáliz de oro, del que sale una serpiente de sinople, y 2º, de gules, con tres castillos de plata, aclarados de sable y puestos uno y dos. La casa del barrio de Zoazoi de la villa de Azpilcueta, y la rama que en esta villa tuvo asiento, ostentaron escudo ajedrezado de plata y sable, que son las armas del valle del Baztán. Así consta en el expediente de pruebas de nobleza del Caballero de Alcántara, Miguel de Irigoyen y de la Quintana, descendiente de dicha casa y citado antes. En documentos de la Nobleza Executoriada de Navarra, se describe el escudo de la casa de Irigoyen, del lugar de Zalba, en estos términos: "El escudo es una cruz, y a través de ella una N abierta a manera de Jesús; debajo del brazo izquierdo, y a la parte superior, dos lobos andantes, mirándose el uno al otro, y en su circunferencia algunas bolas, y fuera del escudo nueve granadas o pelotas." Es tan confusa y deficiente esta descripción, que no es posible, a base de ella, organizar ese escudo con acierto. Otros Irigoyen, en Navarra, trajeron: De gules, con bordura de doce piezas de plata. Baños de Velasco y Vidal describen la bordura de estas armas diciendo que es componada de gules y plata; pero Juan Francisco de Hita blasona el mismo escudo, afirmando que es de gules y que lleva dentro del campo una orla de doce billetes de plata. Por lo que entendemos, armonizando esos testimonios, que la bordura es solamente de doce piezas de plata. Vidal y Baños de Velasco manifiestan, además, que las repetidas armas las ostentó también la casa de Usúrbil, en Guipúzcoa. Las casas, igualmente guipuzcoanas de Tolosa, Villarreal de Urrechu, Mondragón e Igueldo, tenían este escudo cuartelado: 1º y 4º, de oro, con un grifo de gules, y 2º y 3º, de plata, con un lobo de sable andante. Bordura general jaquelada de plata y gules, en dos Ordenes. Estas mismas ostentó la casa de Zubieta, de San Sebastián. La otra casa de Zubieta, de Usúrbil, trajo: De gules, con un león rampante de oro, y bordura de azur con ocho bezantes. La casa de Anguiozar, de la jurisdicción de Elgueta, también en Guipúzcoa: De gules, con una torre de oro acompañada de tres árboles de su color, dos a los lados y otro debajo de ella. En el jefe un sotuer de oro y una F del mismo metal; en punta otro sotuer y una A de oro; en el flanco diestro, otro sotuer y una T, también de oro, y en el flanco siniestro otro sotuer y una Y del mismo metal. Bordura de azur con diez y seis flores de lis de oro. Hita, al describir este escudo, sustituye la letra A con una V, la letra T con una B y la Y con una T. La casa de Bilbao, según el Doctor Labayru, traía el mismo escudo que la casa navarra de Añoa, descrito anteriormente. Y la casa de las Encartaciones de Vizcaya, según el mismo tratadista, las armas correspondientes a las casas guipuzcoanas de Tolosa, Villarreal de Urrechu, Mondragón e Igueldo.
Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza. El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huérfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miércoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los príncipes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general. El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apóstol en su martirio. "Los bezantes son figuras redondas, llanas y macizas, siempre de metal porque son una especie de moneda griega, llamada en latin Bizantius, que hoy es la ciudad de Constantinopla, de donde la tomaron por armas los que fueron a la conquista de la Tierra Santa." Los billetes simbolizan la sabiduría dedicada a la defensa de la verdad, pues denotaban virtuosidad y honradez, ya que de cualquier lado que se vuelvan siempre quedan derechos. Para otros constituye un símbolo de franqueza, por recordar las piedras o fitas con las que se dividían los términos jurisdiccionales. La bordura simboliza protección, favor y recompensa; así mismo la cota que vestían los caballeros para la guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de la bordura de escudo, como insignia de valor. La bordura también se usa para combinar armerías, con la particularidad que las armas situadas en la bordura tienen siempre carácter secundario. El brazo simboliza la fortaleza. El caballero simboliza la nobleza. En los comienzos de la Edad Moderna, era "soldado de caballería, que servía a su costa con armas y caballo". Desde el reinado de Felipe III, Caballero es el "Hidalgo de Nobleza reconocida". Vicente Gonzaga, cuarto duque de Mantua, estableció en el año 1608 la Orden Militar de la Preciosa Sangre, en honor de las tres gotas de sangre que de Jesucristo se conservan en dicha ciudad. El símbolo de esta Orden fuen un caliz, y de ahí que los descendientes de los cofrades lo lleven en sus blasones. Los castillos son geroglífico de grandeza, y de elevación, porque ellos exceden en hermosura, en fortaleza, y en magnitud a todos los demás edificios: denota también el asilo, y la salvaguardia. La cruz es una pieza honorable, que representa la espada del caballero, dándose en Armería al combatiente que sacaba la espada teñida de sangre de sus enemigos. Del tiempo de las cruzadas quedaron algunas familias con la cruz por armas, para denotar que habían estado en ellas. La casa solariega, también llamada solar, casa fuerte, casa palacio, casa torre, casona, casal, etc., es el símbolo de las antiguas libertades de los nobles, caballeros e hidalgos, notoriedad y nobleza.