Linaje catalán. Tuvo su primitivo solar en el lugar de Vacarisses, del partido judicial de Terrassa y provincia de Barcelona. Fray Domingo Obac, sacerdote de la Real Orden de Nuestra Señora de la Merced, fue uno de los procuradores designados, en 1317, para impetrer la confirmación apostólica del prior general de dicha Orden, fray Ramón Albert, según consta de un instrumento que se custodiaba en el Archivo de la Merced, de Barcelona, signado con la letra Y, número 14. Varios hijos de esta familia desempeñaron el cargo de conseller de Barcelona, entre ellos Juan Obac, por los años 1454, y otro Juan Obac, en 1526. Un nuevo Juan Obach, nacido en Vacarisses, fue canónigo arcediano de Barcelona, profesor de Filosofía en su universidad y elocuente predicador. En 1702 se imprimió el sermón que había pronunciado en la catedral de dicha ciudad con motivo de haber recobrado la salud el rey Felipe V. Cristóbal Obac tuvo por hijo a Baltasar Obac, que casó con doña María del Río, padres de Félix Obac, fiscal de la Inquisición de Barcelona y después del consejo supremo de la misma. Poco antes de morir en Roma, en 1679, era auditor de la Rota. Los Obac tienen sepultura en la capilla de Santa Lucía de la catedral de Barcelona. Data del siglo XIV y ostenta las siguientes.
Escudos de Armas del apellido:
Cuartelado : 1.º y 4.º, de oro, con una estrella de gules, y 2.º y 3.º, ajedrezado de oro y azur. J. R. Vila modifica la organización y esmaltes de esas armas, presentándolas así: Cuartelados: l.º y 4.º, ajedrezado de oro y azur, y 2.º y 3.º, de azur, con una estrella de oro. Vilar y Pascual introduce las mismas modificaciones en el escudo de armas de este linaje, debido probablemente, a que alguna de sus ramas lo usó con las indicadas variantes.
Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza.