De Vizcaya, con casa en el Concejo de Sopuerta, del partido de Valmaseda. De ella fue Antonio de la Tajada, esposo de doña María de Montellano, y ambos padres de Antonio de la Tajada y Montellano, bautizado en Sopuerta el 4 de Abril de 1662, que casó con doña Francisca de las Casas, a la que hizo madre de Manuel de la Tajada y de las Casas, bautizado en Sopuerta el 3 de Octubre de 1699, que contrajo matrimonio con doña María de Collado y Villanueva, naciendo de esta unión José de la Tajada y Collado, bautizado en Sopuerta el 20 de Mayo de 1735, que fue vecino de Ávila, y el 24 de Septiembre de 1774 ganó Real provisión de Vizcainía en la Chancillería de Valladolid.
Escudos de Armas del apellido:
El escudo, en heráldica, es el soporte físico del blasón, al centro de las armerías. En la panoplia que representa el blasón, el escudo propiamente dicho representa el escudo de los hombres de armas. Las armas son generalmente presentadas sobre un escudo pero otros soportes son posibles: una vestimenta como el tabardo del heraldo, un elemento de arquitectura como un anuncio mural, un objeto doméstico... En este caso, la forma del contorno es aquella del soporte. El escudo se materializa por la forma geométrica y sus divisiones potenciales, o mesa de espera, en la que están representadas las armas. El escudo puede tomar diferentes formas, de acuerdo al origen de su representación.
Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753.