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Los de este apellido son originarios de Aragón, de donde pasaron a Cataluña, Murcia y otras regiones. Sus caballeros se destacaron por su valor en la conquista de Murcia como así en la toma de la ciudad de Lorca. Como premio a sus servicios, el rey don Jaime, de Aragón, les donó ricas heredades, quedando algunos de ellos establecidos en dichas ciudades de Murcia y Lorca, dando origen al tronco de los Tomás de estos territorios murcianos. Como regidores perpetuos de ambas ciudades fueron, respectivamente, don Francisco y don Nicolás Tomás Montijo Ruiz-Mateos Rendón, hermanos y ambos nacidos en Lorca. De la antigüedad del apellido, dan clara muestra sus enterramientos en las catedrales de Barcelona y Gerona. Poblaron en la ciudad alicantina de Orihuela, de la que existe testimonio en sus libros de población. Una familia de este apellido comenzó a radicar en la isla de Mallorca poco después de su conquista por el rey Jaime I de Aragón, y años más tarde aparece extendida a Lluchmayor, Valldemosa, Bañalbufar y Palma. De ella salieron muy distinguidos varones.

Escudos de Armas del apellido:
Tres bandas rojas en campo de oro y por orla ocho aspas. En la sepultura de los Thomás, que data del año 1318 y se conserva en el Museo Arqueológico Provincial de Barcelona, figuran éstas: En campo de gules, una piña de oro. En otra sepultura de los de este apellido en el claustro de la catedral de Gerona, aparecen las siguientes: En campo de gules, un brazo vestido de azur y moviente del flanco siniestro, empuñando, por su tronco, un árbol arrancado de sinople y surmontado de una estrella de oro. También traen: En campo de gules, un brazo vestido de azur, y la mano, de carnación, con los dedos extendidos; sobre el dedo corazón, una estrella de oro. Bordura de oro. Otros: De azur, un chevrón de oro y bordura de este metal.

Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza. El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huérfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miércoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los príncipes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general. El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apostol en su martirio. La banda significa el tahalí del caballero, y la banda que traían atravesada del hombro diestro al flanco siniestro, y por eso se expresa en esta situación en el escudo, habiéndola puesto por armas muchos de los que fueron a las cruzadas, según el color con que se distinguían las naciones. La bordura simboliza protección, favor y recompensa; así mismo la cota que vestían los caballeros para la guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de la bordura de escudo, como insignia de valor. La bordura también se usa para combinar armerías, con la particularidad que las armas situadas en la bordura tienen siempre carácter secundario. El brazo simboliza la fortaleza. El cabrio o chevrón representa las botas y espuelas del caballero, concediendose ésta pieza en Armería a los que salen heridos en las piernas, aunque muchos la tienen por símbolo de protección.