La antigüedad de este noble linaje de Cataluña se remonta a principios del siglo XIII, según lo comprueban documentales y autorizadas noticias. Se extendió por aquella región, y dos de sus principales ramas pasaron al reino de Valencia y al de Mallorca, quedando en ellos radicadas. De los Riera que hicieron su asiento en el reino de Valencia procede la noble familia del mismo apellido que ya gozaba de notoriedad en Alicante por los años de 1550. A continuación recogemos, por separado, interesantes noticias de algunas de las ramas indicadas. LOS RIERA DE CATALUÑA Una de las más antiguas casas de Riera en esta región estaba en la villa de Anglesola, perteneciente al partido judicial de Cervera, en la provincia de Lérida, y de esa casa procedió la de la ciudad de Igualada, de la provincia de Barcelona, que aún existía en mediados del pasado siglo, enlazada con la casa de Pedró, en aquella ciudad, por el matrimonio de don Domingo de Riera Dalmases con doña Benita de Pedró. Otra antigua casa catalana radicó en la villa de Cardedeu, del partido judicial de Granollers (Barcelona). Y al partido judicial del Vendrell (Tarragona) pertenece el pueblo de Riera (La), cuyo nombre acaso esté relacionado con el del linaje. Los Riera catalanes enlazaron también con las familias Berard, Gual, Pol, Fivaller y otras principales de aquel principado, y algunos de sus miembros vistieron el hábito de la Orden de San Juan, en el Gran Priorato de Cataluña. Tuvieron también casa solar en el lugar de Vulpellac, del partido judicial de La Bisbal y provincia de Gerona. También tuvo casa en esta ciudad. Diego de Sarriera y de Gurb, señor del Castillo y término de Solterra, tuvo en su mujer, doña Cecilia Descatllar, estos hijos: 1.º Juan de Sarriera Descatllar, conde de Solterra y 2.º María de Sarriera Descatllar, que casó con Juan de Cruilles, naciendo de esta unión a) Juan de Cruilles Sarriera, marido de doña María de Rocaberti y Descatllar, y ambos padres de Antonio Rocaberti Sarriera y Descatllar, bautizado en la iglesia de San Félix, de Gerona, el 5 de noviembre de 1729 y caballero de la Orden de San Luis, en el Gran Priorato de Cataluña, ingresado en 1751. LOS RIERA DE MALLORCA La rama de Mallorca fundó su primitivo solar en el predio «La Alcaria», de la villa de Sineu, en el partido judicial de Inca, y de ese solar dimanaron otras casas de Riera en varios pueblos de aquella isla. Cuando el rey de Aragón don Alonso III la conquistó, en el año 1285, deponiendo al mallorquín don Jaime II, determinó reducir también a su obediencia la isla de Ibiza, encomendando la empresa a Cebrián Riera y otros caballeros, quienes la realizaron a satisfacción del monarca aragonés. LOS RIERA DE ALICANTE De los Riera que de Cataluña pasaron al reino de Valencia procede la rama que se estableció en la ciudad de Alicante. Su genealogía, debidamente comprobada, arranca de mediados del siglo XVI, y comienza con Bartolomé Riera, del estado noble, que según el libro primero de matrimonios, en su folio 48 vuelto, del archivo parroquial de la Santa María, de Alicante, contrajo matrimonio conforme a la partida que, inscrita en valenciano, dice: «Este lunes a 14 de noviembre de 1588 desposé a los magníficos Bartolomé Riera y Francisca Riber. Estuvieron presentes los magníficos y reverendísimos mosén Juan Martínez de Lillo; Cristóbal Aguirre, notario; Luis Juan Espinosa, doctor en medicina; Felipe Masuch y Francisco Juan Nogueroles...»
Escudos de Armas del apellido:
Las dos casas catalanas de la villa de Anglesola y de la ciudad de Igualada: En campo de sinople, un peñasco moteado de oro, del que salen varios manantiales o chorros de agua formando cascada. Estas armas son muy parecidas a las del apellido «Rialp», que también tuvo casa en la villa de Anglesola. Otros: En campo de sinople, un peñasco, y, rompiéndole por el centro, un río caudaloso. Las de la también casa catalana de la villa de Cardedeu: De oro, con una banda ondeada de azur cargada de dos de plata. Los del lugar de Gerona traen: En campo de oro, un montículo, de azur, cargado, en el centro de dos palos ondeados, de plata, y sumado de una flor de lis de azur. Otros de Gerona: De oro, un monte de azur sumado de una flor de lis del mismo color. Al pie del monte corre un río de azur y plata. En un sello del catalán Jaime Riera, que data del año 1390, que se conserva en el Archivo Capitular de Barcelona, y del que no se aprecian los esmaltes, figura una rosa puesta en abismo. Otro sello de Berenguer Riera, que data de 1470 y que se guarda en el archivo de Vic, contiene estas armas: En campo de oro, tres fajas ondeadas de azur. Los Riera de Mallorca usaron: En campo de oro una banda de sable, y en la punta del escudo ondas de agua de azur y plata. Los Riera de Alicante traen: Partido: 1.º, de oro, con tres fajas ondeadas de gules; 2.º, de azur, con una cruz de plata, y entado en punta de sinople, con un corazón de gules atravesado horizontalmente por una espada. Bordura general de oro, con este lema en letras de sable: «No puedo lo que merezco y merezco más que puedo».
Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aún así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza. El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huerfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miercoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los principes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general. El agua es símbolo de sabiduría ilustrada, de ánimo virtuoso, pudiendo también simbolizar extensión de dominio, así como el principio de todas las cosas y la regeneración del tiempo. La banda significa el tahalí del caballero, y la banda que traían atravesada del hombro diestro al flanco siniestro, y por eso se expresa en esta situación en el escudo, habiéndola puesto por armas muchos de los que fueron a las cruzadas, según el color con que se distinguian las naciones. La bordura simboliza protección, favor y recompensa; así mismo la cota que vestían los caballeros para la guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de la bordura de escudo, como insignia de valor. La bordura también se usa para combinar armerías, con la particularidad que las armas situadas en la bordura tienen siempre carácter secundario. La cruz es una pieza honorable, que representa la espada del caballero, dándose en Armería al combatiente que sacaba la espada teñida de sangre de sus enemigos. Del tiempo de las cruzadas quedaron algunas familias con la cruz por armas, para denotar que habían estado en ellas. La casa solariega, también llamada solar, casa fuerte, casa palacio, casa torre, casona, casal, etc., es el símbolo de las antiguas libertades de los nobles, caballeros e hidalgos, notoriedad y nobleza.