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Noble linaje catalán muy antiguo. En la provincia de Barcelona y partido judicial de Manresa hay un pueblo llamado Rajadell del que es probable que sea originaria esta familia cuyo nombre tomara por apellido, aunque también pudo acaecer que el apellido diera nombre a dicho pueblo, si en señorío lo tuvieron los Rajadell. En la villa y baronía de Jorba, que pertenece al partido judicial de Igualada, también en la provincia de Barcelona, tuvo casa muy principal una rama de este linaje. Otra ya tenía su asiento, en principios del siglo XIII, en el campo de Urgel (Lérida) y de ella procedieron los caballeros Pedro Rajadell y Bernardo Rajadell, que pasaron a servir al rey don Jaime I de Aragón en la conquista de Valencia. Ambos están citados por, mosén Jaime Febrer en sus Trovas. De Pedro Rajadell dice que tenía su casa solar en el campo de Urgel y que gozaba de los títulos y honores de ricohombre. Sirvió en la conquista de Valencia con gente de a caballo, y logró que don Jaime I premiara sus hazañas dándole el lugar de Castellonet, que hoy pertenece al partido judicial de Gandía. Luego, el citado monarca, con el fin de que resistiera a los moros que estaban a la vista del castillo de Chío, se lo permutó por Rafalanet. Del segundo caballero, Bernardo Rajadell, afirma el mismo cronista, mosén Jaime Febrer, que también procedía del campo de Urgel y que en la conquista de Valencia fue capitán de la gente de aquella comarca catalana. Añade que cuando en Luchente, villa del partido judicial de Albaida (Valencia), se ganó a los moros el castillo de Chío, quedóse por Alcaide del mismo, cumpliendo los deseos del rey que confiaba en su valor y méritos. Los dos mencionados guerreros dejaron descendencia en Valencia. En 1368, ante el escribano Bernardo Bonastre, el rey confirmó el señorío sobre el citado lugar de Castellonet a Juan Berenguer de Rajadell. Juan de Rajadell y Boixadors fue hermano de Damián, quien en el año 1531 hizo su probanza de nobleza para ingresar en la Orden de Malta. El Juan Rajadell y Boixadors ya mencionado, casó rica y noblemente con doña Angela de Jorba y Vega, y fueron padres de Juan Rajadell y Jorba, que casó con doña Violante de Cruilles, antes Vilarig, por llevar el vínculo de Cruilles imposición de apellido y uso de armas. Hermanas del Juan Rajadell y Jorba, fueron doña Angela, religiosa franciscana ; doña Francisca, que murió sin tomar estado, y doña Violante, que casó con su próximo pariente Antonio de Rajadell y Puigdemira, de la que tampoco hubo sucesión. En Solsona (Lérida) fundó casa otra rama de este linaje. Ya florecía en principios del siglo XIV y tenía sepultura propia en el claustro de la catedral de aquella ciudad. De este linaje fueron también doña Sibila de Rajadell, señora del Llor, lugar del partido judicial de Cervera (Lérida), que en 1266 casó con Pedro de Copons, siendo sus descendientes directos los Berenguer de Copons, señores del Llor. Ramón Rajadell vistió el hábito de la Orden de San Juan, en el Gran Priorato de Cataluña, en 1385, y Damián Rajadell y Boixadors, en 1531.    

Escudos de Armas del apellido:
En campo de gules, un sol de oro. Así las traían los Rajadell de la villa de Jorba y el caballero Bernardo Rajadell, que procedía del campo de Urgel y asistió a la conquista de Valencia, según testimonio de mosén Jaime Febrer. Este mismo cronista dice que el Pedro Rajadell, hijo de la casa solar de su apellido en el campo de Urgel, y que en la misma conquista sirvió al rey aragonés don Jaime I, usaba: En campo de gules, un pez de plata de los llamados raya o rayada. Añade Febrer que para diferenciarse de este Pedro tomó el anterior Bernardo por armas las primeramente descritas, o sea, el sol de oro en campo de gules. Estas mismas, aunque algunos pintaron de plata el sol, eran las de los Rajadell de Solsona y se ven en sus sepulturas del claustro de la catedral de aquella ciudad. También figuran, con la diferencia de ser el campo de oro y el sol de gules, en un sello de Berenguer de Rajadell, y se conserva en el Museo Episcopal de la ciudad de Vic (Barcelona). Garma y Durán, al describir el escudo de los Rajadell de la casa de la villa de Jorba, llama cometa al sol, impropiamente, y dice que tiene «diez y seis rayos, ocho rectos y los demás erizados, tangentes todos a la circunferencia». Otros: En campo de gules, un cometa de plata de dieciséis rayos, el de abajo más largo que los demás.

Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aún así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El caballero simboliza la nobleza. En los comienzos de la Edad Moderna, era "soldado de caballería, que servia a su costa con armas y caballo". Desde el reinado de Felipe III, Caballero es el "Hidalgo de Nobleza reconocida". La casa solariega, también llamada solar, casa fuerte, casa palacio, casa torre, casona, casal, etc., es el símbolo de las antiguas libertades de los nobles, caballeros e hidalgos, notoriedad y nobleza.