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Origen y significado del apellido QUINTERO
Si hemos de aceptar lo escrito por Fray Francisco Lozano en su "Nobleza General de España", obra manuscrita, y reproducido por Francisco Zazo y Rosillo en su "Alfabeto General de Apellidos", también manuscrito, este linaje tuvo su solar en la villa de Laredo (Cantabria). Pero no dicen (porque se concretan a consignar ese dato escuetamente) si de aquel solar dimanaron los famosos Quintero-Príncipe, que radicaron y tuvieron casa muy principal en la ciudad de Huelva, de la que fue hijo Cristóbal Quintero, uno de los condueños de "La Pinta", que acompañó a Colón en su primer viaje para descubrir el Nuevo Mundo, ni tampoco si tal era la procedencia de los Quintero que se establecieron en Canarias, singularmente en la isla de Hierro, de donde pasaron a otras partes, incluso a los países hispanoamericanos.
Lo que consta en antiguas informaciones de esa patricia familia canaria, es que fue siempre considerada como una de las primitivas pobladoras y conquistadoras de la isla de Hierro; que sus individuos eran deudos cercanos del Cristóbal Quintero, antes mencionado, y que tuvieron parentesco agnado con el Inquisidor en aquellas islas, Licenciado Francisco Magdaleno.
El apellido Quintero lo perpetuaron, a través de los tiempos, algunos de los vástagos de la familia "Magdaleno", después del casamiento del Capitán Alonso de Magdaleno, Regidor del Cabildo de Hierro y su Depositario general, Familiar del Santo Oficio de la Inquisición con pruebas, etc., con Catalina Núñez Quintero, hija del Regidor Gregorio Núñez, natural éste de la isla de Madeira y avecindado en la de Hierro, y de Isabel Quintero Príncipe, hija de Juan Quintero y de María Báez, vecinos que fueron, estos últimos, del lugar de Buenavista, en Tenerife, según instrumento público del año 1547. Pasó la carta de dote de Alonso y Catalina, el 22 de Septiembre del mismo año, ante el escribano público y mayor del concejo, Juan Márquez.
En la provincia de Valladolid tuvo casas solares en Castromonte, Cigales, Gatón de Campos, Iscar, Tiedra, Tudela de Duero, Valladolid, Valladolid y Villalón de Campos, documentadas en el siglo XVI.
En las provincias de Orense y Santa Cruz de Tenerife existen lugares denominados Quintero, que quizás tengan relación con este linaje.
La heráldica y la genealogía del tronco de un linaje procede de los expedientes personales de los caballeros que pretendían ingresar en alguna de las Órdenes Militares de Santiago, Calatrava, Alcántara, Montesa y San Juan de Jerusalen. Estos expedientes se contrastaban en el entorno de sus Casas Solariegas por multitud de testigos, algunos de ellos rubricaban sus declaraciones en el mismo documento. Una vez se despachaba el hábito de la Órden correspondiente por el Maestre, se custodiaban los expedientes de ingreso en los "Caput Ordinis" o Casa Central de las Ordenes. Posteriormente se centralizaron en el Consejo de Órdenes y mas tarde, con la desamortización, pasaron a la Sección de Ordenes Militares del Archivo Histórico Nacional. Las recopilaciones de linajes en obras heráldicas y genealógicas han sido numerosas, pero aun así muchos linajes han quedado fuera de estos estudios por no haber vestido el hábito de las Órdenes Militares o incluso por haber cambiado la grafía de sus apellidos en el devenir de los siglos.

Armas. Descripción de los escudos, conforme a las leyes de la heráldica:
La casa solar de Quintero, en Santander, ostentaba, según Fray Francisco Lozano y Zazo y Rasillo: Escudo cortado: 1º, en campo de oro, una flor de lis de gules; medio partido, de azur, con un león rampante de plata, y 2º, en campo de plata, cinco roeles de gules puestos en sotuer. Bordura general de oro, lisa.
Los radicados en isla de Hierro (Canarias), pasados a Venezuela a fines del siglo XVIII y de aquí a San Juan de Puerto Rico en 1851, según Vicente de Cadenas, usan: Escudo partido por una vara de oro: 1º, en campo de azur, un aspa, de oro, y 2º, en campo de azur, un castillo, de plata, surmontado de una cruz de Calatrava, de oro.
Los radicados en Castelló, según Vicente de Cadenas, usan: En campo de sinople, un burro, de plata, parado.
Otros: En campo de plata, tres flores de lis de azur, puestas en triángulo.

Simbología de las armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aún así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753
Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, péleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín.
La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño.
El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza.
El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza.
El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apostol en su martirio.
La bordura simboliza protección, favor y recompensa; así mismo la cota que vestían los caballeros para la guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de la bordura de escudo, como insignia de valor. La bordura también se usa para combinar armerías, con la particularidad que las armas situadas en la bordura tienen siempre carácter secundario.