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Origen y significado del apellido PONS
El apellido Pons es netamente catalán y originario de la villa de Pons (cuyo nombre tomara), perteneciente al partido judicial de Solsona y provincia de Lérida.
Desde luego induce a creer que el nombre del linaje está relacionado con el de la citada villa, el hecho evidente de que en la provincia de Lérida tuvieron muy antiguo asiento los antecesores de esta familia y de que en ella fueron señores del castillo del lugar de Ribelles, que pertenece al partido judicial de Solsona; del castillo de Montsonís, lugar del partido de Balaguer, y de tierras enclavadas en la veguería de Urgel.
Los Pons se extendieron también por las restantes provincias catalanas, creando nobles casas solariegas en el lugar de Montclar, del partido judicial de Berga y provincia de Barcelona, en esta ciudad y en la de Manresa; en el lugar de Almor, del partido de Olot y provincia de Gerona; en el de Celrá, de esta última población, y en la villa de Torroella de Montgrí, del partido de La Bisbal, que pertenece igualmente a la provincia de Gerona.
También hubo casas de Pons, en las islas de Mallorca e Ibiza.
De la ciudad de Tarragona fue natural y vecino
I. Luis Pons, que en su mujer, doña Lucrecia Ballvona, nacida también en Tarragona, tuvo a
II. Joaquín Pons Ballvona, natural de Tarragona y señor de Mas Ricart, que casó con doña Jerónima de Castellví, de la misma naturaleza. Procrearon a
III. Fabricio Pons de Castellví, natural de Tarragona y caballero de la Orden de Santiago, con fecha 2 de junio de 1642.
De la casa de Barcelona era descendiente, en el primer tercio del siglo XVI,
I. Miguel Juan de Pons, natural de Barcelona, marido de doña Monserrat Sant Climent, de la misma naturaleza, y ambos padres de
II. Francisco de Pons y Sant Climent, natural de Barcelona, que contrajo matrimonio con doña Catalina Turell y Llull, de igual naturaleza.
En Valencia radicó una familia. De ella fue
I. Martín Pons, natural de Valencia, marido de doña Leonor de Castellví, de la misma naturaleza, y ambos padres de
II. Martín Pons Castellví, natural de Valencia, que contrajo matrimonio con doña Rafaela Castellví, de igual naturaleza, naciendo de esa unión
III. Garpar Pons y Castellví, natural de Valencia y caballero de la Orden de Calatrava, en la que ingresó el 9 de octubre de 1587.
La familia Pons, de Mallorca, data de la conquista de aquella isla, en la que tomaron parte los catalanes Berenguer y Guillermo Pons. El primero quedó heredado en Alaró y el segundo obtuvo en el repartimiento una parte del raal «Illuefoch», junto a la ciudad de Palma, y otra del raal «Alasin», en Inca.
En 1343 figuró Arnaldo Pons entre los representantes de la villa de Calviá que juraron obediencia y vasallaje al rey don Pedro IV de Aragón.
En 1436 fueron jurados de la ciudad y reino de Mallorca, Bernardo y Hugo Pons; en 1437, Antonio Pons, y en 1467, Gaspar Pons.
En Menorca hubo otra casa solar de Pons, poseedora de un vínculo fundado por el magnífico Matías Pons a finales del siglo XVI. Otra, con el nombre de «San Tiró», se conservaba en el lugar de Biniagual en mediados del siglo XIX. De esta última procedió la línea establecida en la villa de San Sellas.

Armas. Descripción de los escudos, conforme a las leyes de la heráldica:
Los Pons de Montsonís: En campo de oro, un puente de sable de cinco arcos.
Vistas en la puerta del castillo de Montsonís y en el de Celrá. En el portal del castillo de Ribelles y en el altar mayor y de San Francisco de la iglesia de Santa María, de Ribelles, se ven esas mismas armas, con la diferencia de que el puente tiene tres arcos en vez de cinco. Así las usaron los Pons de Montclar y de Barcelona.
Otros, en esta ciudad: De azur, con un puente de plata. Y algunos Pons de Montclar, pintaron el puente sumado, en su centro, de dos piezas de sable rectangulares, de menor tamaño la más alta.
Los de Valencia llevaron: De oro, un águila de sable coronada.
Los Pons de Torroella de Montgrí traían: De oro, con dos pavos de azur afrontados.
Así se ven en la sepultura de los Pons en el convento de San Agustín de la citada villa.
Los Pons de Mallorca e Ibiza usaron: De gules, con un puente de plata de tres arcos en la forma que se dibuja.
Algunos en Cataluña usaron estas otras: De gules, tres puentes de plata de un solo arco y puestos en triángulo.

Simbología de las armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aún así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753
Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín.
La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño.
El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza.
El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza.
El águila se concede en los blasones a los hombres que exceden en valor, generosidad y braveza a los demas hombres.
Los castillos son geroglífico de grandeza, y de elevación, porque ellos exceden en hermosura, en fortaleza, y en magnitud a todos los demas edificios: denota también el asilo, y la salvaguardia.