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Origen y significado del apellido PINTO
La mayoría de los autores afirma que el origen del apellido Pinto es portugués.​ Con el pasar de los años, el apellido se desplazó hacia España,​ desde donde se expandió a América del Sur a comienzos del siglo XVII, empezando por Chile,​ y posteriormente a otros países del subcontinente, como Argentina y Perú.
Se considera como tronco del linaje a  Gonzalo de Pinto, caballero descendiente de la casa portuguesa de Sousa, que al volver completamente bañado en sangre tras una batalla contra las tropas del príncipe moro Alí-el Zagal, fue apodado por los Reyes Católicos como el Pinto por estar pintado en la sangre de sus enemigos. Le concedieron ampliación de armas y tierras en Motril, donde sus descendientes fundaron casa solariega. Casado con María Díez de San Martín tuvo, entre otros hijos, a Juan de Pinto, quien con María de las Conchas, ambos avecindados en Los Tojos, Cantabria, tuvieron a Simón Pinto de las Conchas, patriarca de los Pinto de Argentina y Bolivia, y María Pinto de las Conchas, antepasada de los Pinto de Chile.
Entre sus principales Casas Solariegas figuran  las que radicaron en la jurisdicción de la villa de Santillana del Mar (Cantabria), en la ciudad de Medina de Rioseco (Valladolid), en Madrid y en Toledo, y en la isla de la Palma (Islas Canarias). Otra rama moró en Ceuta, otra en Nápoles y otra en Córdoba (Argentina), alcanzando este apellido bastante difusión. Probó su nobleza en las Ordenes de Santiago (1694, 1701 y 1713) y Calatrava (1651 y 1678) y en la Real Chancillería de Valladolid (1538, 1541 y 1773).
Pasado en los primeros años del siglo XIX a Puntarenas (Costa Rica), radicado en San José, con línea en Guatemala.
Don Ricardo Pinto de Costa fue creado Conde Lumbrales en 19 de diciembre de 1888. Don José Antonio Pinto y Añorga fue autorizado en 10 de marzo de 1882 para usar en España el título pontificio de Conde de Añorga.
En Cataluña se apellidaron Pintó y a mediados del siglo XVII tenían casa en la ciudad de Barcelona. De ella procedió la rama establecida en Cuba. 
De la casa de Barcelona fue
I. Juan Pintó López, que en su mujer, doña Teresa Andaña, tuvo a
II. Miguel José Pintó López Andaña, bautizado en la catedral de Barcelona el 1 de marzo de 1744. Casó con doña María de la Concepción Moravén y Moravén.

Armas. Descripción de los escudos, conforme a las leyes de la heráldica:
En campo de azur, cinco crecientes, de plata, puestos en sotuer.
Los Pinto radicados en Toledo, traen: En campo de plata, dos faisanes, de su color, puestos en palo.
Pinto, originario de Oporto, pasado los primeros años del siglo XIX a Puntarenas (Costa Rica), radicado en San José, con línea en Guatemala; y los Pinto (de), de Naples (Portugal), según Rietstap, traen: En campo de plata, cinco crecientes, de gules, puestos en aspa.
Otros Pinto, traen: En gules, una torre de plata superada de una garza volante, y acostada a cada lado de tres flores de lis, de oro, puestas en palo.
Los Pinto, radicados en Madrid: En gules, un palo, de oro, adiestrado de una torre, de oro, y siniestrado de un árbol, de sinople.
Otros Pinto, traen: En sinople, un bordón, de oro, con una calabaza atada y adiestrado de una venera, de plata.
Los Pintos, traen: En azur, dos lobos de oro, membrados de gules y puestos en palo; bordura de gules, con ocho aspas de oro.
Otros Pinto, traen: En oro; bordura de gules, con ocho aspas, de oro.
Otros traen: En campo de azur, una cruz floreteada, de oro, y en cada ángulo, una estrella del mismo metal, bordra de plata, con esta leyenda en letras de sable: "Angelus Pelayo, et suis victoriam." Sostenido el escudo por un ángel.
Partido: 1.º, de oro, con un pino de sinople arrancado, y 2.º, de azur, con una sabata, o calza, de plata.

Escudo apellido Pinto

Simbología de las armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aún así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: ""Ciencia Heroyca"", de Don José de Avilés. Año 1725; y ""Adarga Catalana"", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753
Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, péleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama ""sol"", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, ""topacio"" y en el de la nobleza en general ""oro"". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín.
La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño.
El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que ""se hallan sin remuneración por sus servicios"". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza.
El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huerfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miercoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los principes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general.