Procede de la villa de Lanciego (cuyo nombre tomó) del partido de Laguardia (Álava). Tuvo líneas en el lugar de Villar, del mismo partido, y en la ciudad de Viana (Navarra), cuyos individuos se apellidaron Pérez de Lanciego.
Escudos de Armas del apellido:
Los Pérez de Lanciego, ostentaron: Escudo cortado: 1º, un castillo, sobre cuyas almenas hay un tigre de su color, y dos lobos empinantes a los muros, y 2º, un árbol con esta leyenda: "Árbol de Guernica." Así se describe en una ejecutoria de nobleza de 1774, sin indicar algunos esmaltes.
Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Los castillos son geroglífico de grandeza, y de elevación, porque ellos exceden en hermosura, en fortaleza, y en magnitud a todos los demás edificios: denota también el asilo, y la salvaguardia.