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Estos apellidos son modalidades de los de Borda y La Borda. Su origen francés lo confirman casi todos los tratadistas que escriben sobre las variantes Laborda y Laborde. Miguel de Salazar afirma que los de este apellido tuvieron su solar y palacio en tierra de Ostabarres, antiguo y pequeño país de Francia, que forma uno de los seis cuarteles de la Baja Navarra, cuya capital era Ostabat. Hoy toda esa tierra pertenece al departamento de los Bajos Pirineos. Don Juan Félix de Rújula, Cronista y Rey de Armas, dice en sus minutas originales que la familia Laborde es la misma que la de Borda o Laborda, que tuvo su origen en Staublan, tierra de Vigarie de Digne, en la Provenza. Francisco Zazo y Rosillo cita una casa solariega de Laborda en el valle de Labort. Según otros autores, también hubo casas de Laborda en Santa Coloma de Dosán, en Olorón y en el lugar de Bastanes, o Bastasu, del valle de Sola. Todas las ramás que de Francia pasaron a España, justificaron en debida forma su nobleza de sangre y se extendieron por Cataluña, Navarra, Aragón y Guipúzcoa, fundando en estas regiones nuevas y distintas casas, con armas también distintas. Consignadas en el estudio sobre el linaje Borda algunas de las casas así apellidadas que radicaron en Guipúzcoa y Navarra, damos a continuación cuenta de otras familias establecidas en la última de esas provincias, y que se apellidaron Laborda. Una de ellas moró en la ciudad de Tudela y otra en la villa de Cintruénigo, del partido judicial de aquélla. Natural y vecino de Tudela fue Lorenzo Pérez de Laborda, hermano de Ramón, Teresa y Francisco Pérez de Laborda, los cuales, en el año 1781, fueron reconocidos como nobles, por descender de la casa de Laborda de Santa Coloma de Dosán, en Olorón. A los Laborda establecidos en la villa de Cintruénigo perteneció María Antonia de Laborda, casada con Pedro Ligués, y ambos padres de Pedro, Miguel, Juan Manuel y Juana Ligués de Laborda también reconocidos en su nobleza por los Tribunales de Navarra en 1756, como descendientes de la casa de Laborda de los Bastanes, en el valle de Sola.               

Escudos de Armas del apellido:
La casa de Santa Coloma de Dosán, en Olorón, y su línea de Tudela: Una borda de casa de campo. Así consta en una ejecutoria de 1781. La casa de los Bastanes, del valle de Sola, y su línea de Cintrúenigo: Escudo cuartelado: 1º, de gules, con dos leones de oro, rampantes y asidos; 2º, de oro, con un árbol de sinople, y dos perros de gules empinantes al tronco; 3º, de azur, con una serpiente de color, acompañada de tres cruces de la Orden de San Luis, dos arriba y una abajo, y 4º, de plata, con tres estrellas de sable, puntas en triángulo. Algunos La Borda, usaron: De plata, con una rosa de gules, cantonada de cuatro grupos de avellanas al natural, de tres avellanas cada grupo.

Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza. El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huérfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miércoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los príncipes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general. Las aves representan en general la libertad. Simbolizan un espíritu generoso que, llevado de su alegría interna, profiere siempre elogios y alabanzas de las acciones heroicas realizadas por otros caballeros. La casa solariega, también llamada solar, casa fuerte, casa palacio, casa torre, casona, casal, etc., es el símbolo de las antiguas libertades de los nobles, caballeros e hidalgos, notoriedad y nobleza.