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En Navarra. Procede del lugar de Ciriza (cuyo nombre tomó), del partido judicial de Pamplona, y en el que tuvo casa solar llamada Casa de Celayarena. Una de sus ramás se estableció en el lugar de Echarren, del mismo partido de Pamplona; otra, en el lugar de Senosiain, también del partido de Pamplona, y fundó allí casa, que se llamó casa de Zirizarena; otra en el lugar de Salinas de Oro, del partido de Estella, creando en dicho pueblo nueva casa, llamada igualmente casa de Zirizarena, de la que dimanaron las líneas avecindadas en el lugar de Izurzu, del partido de Estella, y en el de Vidaurre, del partido de Pamplona, y otra en los lugares de Guirguillano, Sesma, Cirauqui y Barasoain, de los partidos de Estella y Tafalla, que se apellidó Pérez de Ciriza. Individuos de todas esas ramás probaron, su nobleza.

Escudos de Armas del apellido:
La casa llamada de Celayarena, del lugar de Ciriza, traía en su escudo un águila, según consta en la Nobleza Executoriada de Navarra, pero no se indican sus esmaltes. Esas mismás armas usó la línea apellidada Pérez de Ciriza, que radicó en el lugar de Guirguillano. También en documentos de la Nobleza Executoriada de Navarra se describen las armas de las otras ramás y casas de Ciriza, citadas, en la forma y términos que a continuación copiamos: La rama del lugar de Echarren: "Tiene, por Ciriza, a la mano derecha, dos paxaros grandes, a modo de águilas o gallos de monte, y nueve lobos divididos a tres." La casa de Zirizarena, del lugar de Senosiain: "Dos lobos, andantes o rampantes, arrimados a un árbol, y dos medias lunas metidas en una debajo de un juego de ajedrez, y de otros dos lobos, andantes o rampantes, sin árbol ni arrimo, y el quarto lo mismo que el primero." Estas mismás armas tenían los de los lugares de Salinas de Oro, Izurzu y Vidaurre.

Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. El águila se concede en los blasones a los hombres que exceden en valor, generosidad y braveza a los demás hombres. La casa solariega, también llamada solar, casa fuerte, casa palacio, casa torre, casona, casal, etc., es el símbolo de las antiguas libertades de los nobles, caballeros e hidalgos, notoriedad y nobleza.