Gallego. La tierra de Parga, recibida en matrimonio por Dª.Margarita de la Cerda (hija de Alonso de la Cerda, que era a su vez hijo mayor del Infante D. Fernando de la Cerda y de Dª.Mafalda de Narbona), cuando había quedado viuda de D. Felipe de Cabrera y Ribera, ultimo hijo del rey Sancho IV y de Dª.María de Molina, la vendio a García Rodríguez de Valcárcel en Sevilla, a 5 de junio de 1327. (Esta tierra de Parga aparece incorporada a Tarés, hasta que Dª.María Josefa Bolaño, segunda marquesa de la Puebla de Parga, casó con D. Tomás de los Cobos Sarmiento, caballero de Santiago, teniente general de los Ejércitos, virrey de Galicia, tuvo por hijo a Dª.María Josefa de los Cobos Bolaño Sarmiento y Portocarrero, que casó con D. Fernando Gayoso, conde de Amarante y marqués de San Miguel das Penas. La citada Dª.García Rodríguez de Valcárcel había casado con D. Pedro Fernández de Bolaño, a quien en 1341 dejó ella el coto de Parga en testamento redactado en gallego ante Afón Pérez de Athales, notario, tuvo por hijo a Vasco Fernández de Parga, al que Don Juan I concedio el privilegio de la tierra de Parga en 1388 y que tuvo a Fernán Arias o Ares de Parga, que sigue la línea. Dicho Vasco Fernández de Parga, tronco de la línea de la ciudad de Guitiriz, señor de Baamonde, Saavedra, etc.étera. El citado D. FERNÁN ARES DE PARGA (o Fernán Arés Parragués), señor de la Puebla de Párraga, conocida también por ciudad de San Salvador, casó con Dª.María Bolaño, señora de Fonteyta y de Riomol (hija de Fernán Díaz de Ribadeneira, el Viejo, y de doña Mayor de Baamonde (v. Bolaño; los señores de Torés) y tuvo a Pedro Fernández de Parga (el Pedro Parragué, mencionado por Vasco da Ponte), casó con Dª.Violante Núñez Pardo de Aguiar y Montenegro, de la casa y Torre de Cela, y tuvo a Dª.Juana Díaz de Lemos, que casó con D. Pedro Fernández Andrade (a cuya costa y en cuya compañía fue a Inglaterra la hija de los Reyes Católicos Dª.Catalina a casar con el rey Arturo) y tuvo a Fernán Pérez Parragués, señor de la Puebla de Parga, como se llama él en su testamento (1470), casó con Dª.Beatriz de Castro la Vieja, hija de D. Fernán Díaz de Ribadeneira, o Vello, y de Dª.María Pimentel, señores de Torés. Viudo de la misma, raptó a Dª.Constanza Ares Pardo das Mariñas y Haro (o Aguiar y Haro) señora de Cillobre, pues se había anulado el enlace de ésta con D. Lope Sánchez de Ulloa y Moscoso, primer conde de Altamira; apareciendo en 1508 como esposos D. Fernán y Dª.Constanza; quien en 1470 había rendido pleito homenaje a D. Fernández Pérez de Andrade, tuvo por hijo a 1. Dª.Teresa das Mariñas, monja. 2. D. Gómez Pérez das Mariñas, corregidor y adelantado mayor de Murcia; casó con Juana Matienzo, falleció sin sucesión. 3. D. Juan López Pardo de Haro, que hacia 1516 casó con Dª.Beatriz de Castro, señora de Torés (hija de Fernán Díaz de Ribadeneira y de Dª.María Pimentel). 4. Dª.Violante de Acuña, que casó con D. Ruy Freire de Andrade, padres de D. Pedro Pardo, clérigo. 5. D. Ares Pardo das Mariñas que sigue la línea 6. Dª.Ginebra, que casó con Suero Gómez. 7. Dª.Berenguela, que casó con D. Fernán de Andrade. 8. D. Fernán Díaz Ribadeneira (cfr. codicilo del 22 de enero de 1616, según Junqueiras, I, 52). ARES PARDO DAS MARINAS fue vecino y regidor de la ciudad de La Coruña, señor de la fortaleza y ciudad de La Puebla de Parga y de la de Cillobre y fundó los mayorazgos de Parga, Bergantiños y Junqueiras. En 1528 compró heredades en Bajoy (feligresía de Santiago de Trasparga) y en Guitiriz; casó con Dª.Teresa Vázquez de Junqueira y Sotomayor (hija de Esteban de Junqueiras y de doña Teresa Vázquez de Sotomayor. V. JUNQUEIRAS), la cual era nieta materna del mariscal Payo Gómez de Sotomayor y de Dª.Juana de Hungría. Tuvo por hijo a 1. Dª.Inés, monja. 2. Dª.Constanza, monja. 3. D. Gómez Pérez das Mariñas, que sigue la línea y casó con Dª.Juana Matienzo, tuvo por hijo a D. DIEGO DAS MARINAS (o PARRAGUES DAS MARIÑAS), que no tuvo sucesión, pasando Parga y Junqueiras a D. Pedro Bolaño Ribadeneira, que sigue la línea. Dª.Francisca Osorio, que en 1620 tomó posesión de la villa de Caramiñal como heredero de D. Diego das Mariñas, tuvo por hijo a 1. D. Francisco Bolaño, sin sucesión 2. D. Pedro de Castro Bolaño, que sigue la línea 3. D. Álvaro Bolaño Ribadeneira, que casó con Dª.Berenguela de Haro. Dicho D. PEDRO DE CASTRO BOLAÑO, casó con Dª.María Esquivel y tuvo a 1. D. Diego Bolaño, que casó con Dª.Ana Taboada, sin sucesión 2. D. José Bolaño Ribadeneira, que casó con Dª.Inés de Castro y entre otros tuvo a Dª.María Josefa Bolaño y Ribadeneira, casó con D. Tomás de los Cobos y Sotomayor, II marqués de Parga, tuvo a D. María Josefa Bolaño de los Cobos, que casó con D. Fernando Gayoso y tuvo a D. Domingo Francisco Gayoso de los Cobos, conde de Amarante en 1768, que casó con Dª.Ana Bermúdez de Castró Gondar Aldao Andrade Gayoso Mariño Llovera y tuvo a D. Joaquín Sarmiento de Mendoza que -por 1816- era marqués de Parga, de Camarasa, de San Miguel das Penas; conde de Ribaidavia, grande de España de primera clase. D. Jacinto de Parga casó con Dª.Paula Antonia Pérez de Pazos, ambos de Briones, y tuvo a D. Antonio de Parga, nació en Santo Tomé de Villacoba, que casó con Dª.María Francisca de Puga, de la línea de los San Jorge, en el valle de Lorenzana, y tuvo a 1. D. Jacobo María Parga y Puga Pérez de Pazos y Cancio, que ingresó en la Orden de Carlos III en 1814. 2. D. Antonio de Parga y Puga, guardia marina en 1799. D. Gregorio de Parga Montenegro, alcalde mayor de Mondoñedo, tuvo a D. Rafael de Parga Montenegro, empadronado como noble en 1702 en Vivero, regidor de dicho Ayuntamiento, que casó con Josefa Mesía y Cora y tuvo a Dª.María de Parga y Mesía, que casó con D. Bemardo Pardo de Cela y Airaña (v. Pardo de Cela) y tuvo a D. Manuel Pardo de Cela y Parga, nació en Santa María de San Claudio en Vivero, en 1771. Vínculo de Corbelle D. Antonio Parga Ribadeneira (v. Taboada), hijo de Jerónimo Parga y Ulloa y de Dª.Ana Taboada Camba y Ron, posesores del vínculo de la ciudad de Corbelle, casó con Dª.Isabel de Prado Berbetouros y tuvo a 1. D. Pedro de Parga, que casó con Dª.María Arias de Armesto (11 de abril de 1696) de la feligresía de Coco, que tuvo a D. Diego de Parga, que casó con Dª.Josefa Boán, no teniendo descendencia del hijo de ambos, Antonio, por lo que el vínculo pasó a su tía. 2. Dª.Josefa Parga, madre de otra homónima, que casó con D. Domingo Torrón, en 1711, padres de Dª.María Andrea Parga, que casó con D. Francisco Páramo, señor de Fondodevila (vínculo de Villacorbe). 3. Dª.Antonia Parga. De los Parga que pasaron a América destacamos al religioso agustino fray Gaspar de Parga, hijo de Juan de Párraga y de Dª.Catalina de la Paz y Castañeda; fue prior del convento de Santafé, cuyo claustro adornó a su costa de excelentes pinturas sobre su patriarca, el obispo de Hipona. En 1770 figura como alférez D. Lorenzo de Parga, natural de Betanzos (1740), que en 1773 era ya comandante del destacamento de Mompós. En 1793 era alcalde ordinario de la ciudad de San Dionisio de los Caballeros de Tocaima D. Cristóbal Parga. Los que tuvieron enterramiento en la parroquia de Santiago de la villa de Puentedeume pasaron a Valladolid y enlazaron con los Mandiaa; los PARGUEIROS proceden de los Fernández de Temes. El título de marqués de Puebla de Parga concedido en 4 de diciembre de 1679 (Real despacho de 18 de marzo de 1680) a D. José Bolaño Rivadeneyra, señor de la Puebla de Parga, lo ostenta desde 1956 el duque de Mandas y Villanueva, por haberlo rehabilitado en 1884. D. María Cristina Fernando Brunetti y Gayoso de los Cobos; siendo desde 1922 poseedor de ambos títulos D Ignacio de la Huerta y Fernández de Henestrosa (casó con Dª.María de los Ángeles Ozores y Santa Marina), hijo de D. Ricardo de la Huerta y Arial, esposo de Dª.María Rafaela Fernández de Henestrosa y Gayoso de los Cobos, Mioño y Sevilla, muy vinculados con la ciudad de San Sebastián.
Escudos de Armas del apellido:
Tres barras o fajas en color de azur (según el P. Gerónimo Pardo y O- C.) En campo de azur, tres fajas de oro. También: cuatro bandas de gules en color de plata (D. José Bolaño al solicitar el título de marqués de la Puebla de Parga, así las describió en 1679).
Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc..), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc.., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc..) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc., "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza. La banda significa el tahalí del caballero, y la banda que traían atravesada del hombro diestro al flanco siniestro, y por eso se expresa en esta situación en el escudo, habiéndola puesto por armas muchos de los que fueron a las cruzadas, según el color con que se distinguían las naciones. La barra, al igual que la banda, simboliza el tahalí del caballero, habiéndola puesto por armas muchos de los que fueron a las cruzadas, según el color con que se distinguían las naciones.