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Origen y significado del apellido OJEDA
Este apellido es originario de la villa de Ojeda, perteneciente al partido judicial de Briviesca, en Burgos. Desde dicha villa se extendió después a La Rioja, Aragón y Andalucía, creando nuevas casas. Algunas ramas llevaron los apellidos compuestos de Ruiz de Ojeda y Ojeda-Celaya. Probó su nobleza en la Orden de Santiago en los años 1622 y 1636, en la de Calatrava en el año 1640, en la de Alcántara en 1637, en la de San Juan de Jerusalén en 1634, en la Real Compañía de Guardias Marinas en 1774 y numerosas veces en la Real Chancillería de Valladolid. Probó su nobleza en las Órdenes de Santiago (1622 y 1638), Calatrava (1640), Alcántara (1637) y San Juan de Jerusalén (1634); en la Real Compañía de Guardias Marinas (1774) y numerosas veces en la Real Chancillería de Valladolid. Los Ojeda de nuestra familia los encontramos en Salvatierra, Guanajuato, en la segunda mitad del siglo XVII, y antes en las Islas Canarias (a mediados del siglo XVI).
También debe descartarse la creencia, expresada por algunos autores, de que el linaje Ojeda es originario de las montañas de Jaca, en Aragón, y que tuvo por tronco a Sancho de Ojeda, que en el año de 1.083, sirvió a las Órdenes del Rey Sancho Ramírez contra los moros, siendo elevado, en premio de sus servicios a la calidad de Infanzón. Se añade que ese caballero tomó parte en la conquista de Almería, y que luego ayudó al Rey aragonés Don Pedro Ien, en la toma de Huesca. Ese dato, aún suponiéndole verídico, no se opone al origen burgalés de los Ojeda, porque los de este linaje pasaron en tiempos muy antiguos, de su solar en la provincia de Burgos, a La Rioja, Aragón y Andalucía, creando en estas regiones nuevas casas, de las que desprendieron ramas establecidas en América.
La heráldica y la genealogía del tronco de un linaje procede de los expedientes personales de los caballeros que pretendían ingresar en alguna de las Órdenes Militares de Santiago, Calatrava, Alcántara, Montesa y San Juan de Jerusalen. Estos expedientes se contrastaban en el entorno de sus Casas Solariegas por multitud de testigos, algunos de ellos rubricaban sus declaraciones en el mismo documento. Una vez se despachaba el hábito de la Órden correspondiente por el Maestre, se custodiaban los expedientes de ingreso en los ""Caput Ordinis"" o Casa Central de las Ordenes. Posteriormente se centralizaron en el Consejo de Órdenes y mas tarde, con la desamortización, pasaron a la Sección de Ordenes Militares del Archivo Histórico Nacional. Las recopilaciones de linajes en obras heráldicas y genealógicas han sido numerosas, pero aun así muchos linajes han quedado fuera de estos estudios por no haber vestido el hábito de las Órdenes Militares o incluso por haber cambiado la grafía de sus apellidos en el devenir de los siglos.

Armas. Descripción de los escudos, conforme a las leyes de la heráldica:
En campo de plata, cinco hojas de hiedra, de sinople, puestas en sotuer.
El Emperador D, Carlos I concedió, por privilegio dado en Sevilla, a 24 de noviembre de 1541, el siguiente escudo de armas a D. Juan Julio Ojeda, conquistador de Indias: en campo de gules, una torre de plata sobre unas peñas; bordura de gules, con ocho aspas de oro.

Escudo apellido Ojeda

Simbología de las armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aún así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: ""Ciencia Heroyca"", de Don José de Avilés. Año 1725; y ""Adarga Catalana"", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753
Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, péleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama ""sol"", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, ""topacio"" y en el de la nobleza en general ""oro"". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín.
La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño.
El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza.
El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huerfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miercoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los principes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general.
El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apostol en su martirio.
El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apostol en su martirio.
La bordura simboliza protección, favor y recompensa; así mismo la cota que vestían los caballeros para la guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de la bordura de escudo, como insignia de valor. La bordura también se usa para combinar armerías, con la particularidad que las armas situadas en la bordura tienen siempre carácter secundario.