Tienda online de heráldica en diversos materiales

Procede de Cataluña este apellido. Es muy antiguo y noble. Tuvo su solar en la ciudad de Lérida y de ese solar se derivaron las ramas que crearon nuevas casas en la veguería de Balaguer y en Urgel, pertenecientes a la provincia de Lérida, en la ciudad de Manresa, de la provincia de Barcelona y en Tamarit, en la provincia de Tarragona. El caballero Gaspar Oncinellas, natural de Tamarit, era diputado en 1602. Francisco de Olzinelles y de Reguer, que casó con doña Cecilia de Fluviá (hija de Alejo de Fluviá y de doña María de Aguilar), naciendo de ese enlace Teresa de Olzinelles y de Fluviá, bautizada en Lérida el 10 de enero de 1695, señora del hábito de San Juan, en el Gran Priorato de Cataluña, en l717.

Escudos de Armas del apellido:
Los Olzinelles de Lérida traían: De oro, tres encinas de sinople, arrancadas y puestas en triángulo. Los de Urgel y Manresa: De oro, con las tres encinas de sinople puestas en situación de faja y entrelazadas, o sea, con las copas unidas. El caballero Gaspar Oncinellas usó : De oro, tres encinas de sinople, puestas en triángulo.

Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aún así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huérfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miércoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los príncipes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general. El caballero simboliza la nobleza. En los comienzos de la Edad Moderna, era "soldado de caballería, que servia a su costa con armas y caballo". Desde el reinado de Felipe III, Caballero es el "Hidalgo de Nobleza reconocida".