En Guipúzcoa, con casas en la antigua Universidad de Aya, del partido de Tolosa, y en la villa de Zarauz, del partido de Azpéitia. Una línea de la casa de Aya pasó a Guarnizo (Santander) y de ella descendió Vicente Manterola y López, natural de Guarnizo y Caballero de la Orden de Carlos III, en 1806. De la misma casa de Aya procedió Vicente Manterola y Pérez, Canónigo de varias Catedrales de España y diputado a Cortes, que se hizo célebre discutiendo con Castelar y revelándose como gran orador parlamentario y ardiente defensor de la causa carlista. Nació en San Sebastián en 1833 y murió en Alba de Tormes (Salamanca) el 24 de Octubre de 1891. De la casa de la villa de Zarauz procedió Francisco Manterola, natural de Zarauz, casado con doña Clara de Urrismendi, a la que hizo madre de Diego Manterola y Urrismendi, natural de Zarauz, que contrajo matrimonio con doña Juana de Eseurra, y fueron padres de Gregorio Manterola y Escurra, que nació en Pisco, ciudad del Perú, y fue Comandante del navío San Juan Evangelista, con el que tomó parte en la batalla del Callao. Contrajo matrimonio en Chile, con doña María Veas Durán, naciendo de esta unión José Manterola y Veas Durán, que celebró su enlace en Valparaíso, con doña Mariana de la Peña y Carrasco, y dejaron descendencia en Valparaíso.
Escudos de Armas del apellido:
La casa de la Universidad de Aya: De oro, con una casa fuerte, de piedra, acostada de dos encinas de sinople.
Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huérfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miércoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los príncipes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general. La casa solariega, también llamada solar, casa fuerte, casa palacio, casa torre, casona, casal, etc., es el símbolo de las antiguas libertades de los nobles, caballeros e hidalgos, notoriedad y nobleza.