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De este apellido hubo casa solar en Eíbar (Guipúzcoa) y de ella fue el Capitán Juan de Mallea y Zugasti, natural de Eíbar, del Consejo de Guerra de Flandes y Caballero de la Orden de Santiago, en la que ingresó el 11 de Octubre de 1628, que contrajo matrimonio con doña María de Eguiguren e Isasi, de la misma naturaleza, naciendo de esta unión Juan de Mallea Eguiguren, natural de Eíbar y Caballero de la Orden de Santiago, en 1637. Otras casas de Mallea vizcaínas radicaron en el Duranguesado, Merindad de Arratia y villas de Bilbao y de Ermua. Algunas de éstas se apellidaron Malleazaldivia. La casa de Ermua entroncó con la de Eíbar, como se ve en la siguiente filiación: I. Francisco López de Mallea, natural de Ermua, en Vizcaya, casó con doña María Martínez de Mallea, natural de Eíbar, y fueron padres de II. Sebastián López de Mallea y Martínez de Mallea, natural de Eíbar, que contrajo matrimonio con doña Catalina Urrupain, natural de Elgueta, naciendo de esta unión III. Diego López de Mallea y Urrupain, natural de Eíbar y Caballero de Santiago, en 1627.

Escudos de Armas del apellido:
El "Nobiliario Vasco", manuscrito, dice que la casa de Eíbar ostentó: De azur, con una banda de oro engolada en cabezas de dragones del mismo metal, acompañada, en lo alto, de un árbol de su color natural, con dos lobos, también de su color y cebados, al pie del tronco, uno sobre otro, y en lo bajo, de la camisa de Avedano. Según otros autores, la misma casa de Mallea, de la villa de Eíbar, tenía este otro escudo: Partido: 1º, de azur, con cinco veneras de plata, puestas en sotuer, y 2º, de oro, con una encina de sinople, y pendientes de una de las ramás, una malla de azur, esmaltada de plata. Al pie de la encina, dos lobos de sable, membrados y lampasados de gules y atravesados al tronco. Bordura general de plata con ocho sotueres de gules, y unas letras del mismo color, interpoladas, que dicen: "Malleagas forua gaitiz", que quiere decir: "Con la mella por el fuero." Juan Francisco de Hita dice que otros de la casa de Eíbar usaron: De oro con tres lobos de sable, cebados y vueltas las cabezas. Miguel de Salazar asigna a otra casa de Mallea sita en el Valle de Oyarzun: De oro, con un sauce de sinople, de una de cuyas ramás, seca, cuelga una cota de malla de acero. Al pie del sauce, un lobo de sable, pasante y cebado de un cordero. Bordura de plata, con ocho sotueres de gules, y entre ellos la leyenda vasca, que ya hemos reproducido. Juan Francisco de Hita, autor antes citado, da como propias de los Mallea, pero sin indicar de qué casas, estas otras armas: Unos: de plata, con un prado de sinople, y en él, un árbol del mismo color, y dos lobos de sable atravesados al tronco, uno por delante y otro por detrás. Bordura de oro con un rosario de azur. Otros: De oro, con una encina de sinople, y colgados de la copa, dos mazos. Al pie del tronco dos lobos andantes. Según el mismo autor, otros en Vizcaya: Partido: 1º, de azur, con cinco calderas de sable, gringoladas de sinople, y 2º, de plata, con el árbol de sinople, y dos lobos de sable atravesados al tronco, uno sobre otro. Las casas del Duranguesado, Merindad de Arratia y villa de Bilbao: "Un árbol con dos lobos atravesados al pie y cota de malla pendiente de un ramo y veneras. Orla de cinco aspas con este letrero: Malleagas forua gaitic; es decir, con la malla por el fuero." Así las describe el Doctor Labayru, pero omite el color del campo, que creemos es de oro. En campo de plata, un prado de sinople, y en él, un árbol del mismo color y dos lobos de sable, atravesados al tronco, uno por delante y otro por detrás; bordura de oro, con un rosario de azur. Otros traen: en campo de oro, una encina de sinople y dos mazos, colgados de la copa; al pie del tronco, dos lobos andantes. La rama argentina, descendiente de D. Juan Eugenio de Mallea, lugarteniente del capitán D. Juan Jufré, fundador de la ciudad de San Juan de la Frontera, trae escudo partido: l.º, en campo de azur, cinco veneras de plata, colocadas en aspa, y 2.º, en campo de oro, una encina de sinople, y pendiente de sus ramás, una cota de malla de plata, perfilada de azur; al pie de la encina, dos lobos pasantes, de sable, atravesados al tronco, uno por delante y otro por detrás. Bordura de plata, con ocho aspas de gules. Lema: «Malleagas Forus gaitae.» En campo de plata, un prado de sinople, y en él, un árbol del mismo color y dos lobos de sable, atravesados al tronco, uno por delante y otro por detrás; bordura de oro, con un rosario de azur. Otros traen: en campo de oro, una encina de sinople y dos mazos, colgados de la copa; al pie del tronco, dos lobos andantes. La rama argentina, descendiente de D. Juan Eugenio de Mallea, lugarteniente del capitán D. Juan Jufré, fundador de la ciudad de San Juan de la Frontera, trae escudo partido: l.º, en campo de azur, cinco veneras de plata, colocadas en aspa, y 2.º, en campo de oro, una encina de sinople, y pendiente de sus ramás, una cota de malla de plata, perfilada de azur; al pie de la encina, dos lobos pasantes, de sable, atravesados al tronco, uno por delante y otro por detrás. Bordura de plata, con ocho aspas de gules. Lema: «Malleagas Forus gaitae.»   

Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza. El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huérfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miércoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los príncipes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general. El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apostol en su martirio. El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apostol en su martirio. Las aves representan en general la libertad. Simbolizan un espíritu generoso que, llevado de su alegría interna, profiere siempre elogios y alabanzas de las acciones heroicas realizadas por otros caballeros. La banda significa el tahalí del caballero, y la banda que traían atravesada del hombro diestro al flanco siniestro, y por eso se expresa en esta situación en el escudo, habiéndola puesto por armas muchos de los que fueron a las cruzadas, según el color con que se distinguian las naciones. La bordura simboliza protección, favor y recompensa; así mismo la cota que vestían los caballeros para la guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de la bordura de escudo, como insignia de valor. La bordura también se usa para combinar armerías, con la particularidad que las armas situadas en la bordura tienen siempre carácter secundario. La cabeza significa trofeo, valor, superioridad y despojo sangriento. Las calderas, en armería, eran la señal de "Rico hombre" en España, simbolizando la abundancia. El cordero es el símbolo de la insigne y militar Orden del Toisón de oro, instituida por Felipe II en 1429, y lo llevaron en sus escudos sus caballeros y descendientes. La camisa ensangrentada o atravesada de flechas simboliza al guerrero herido en batalla contra los infieles. La casa solariega, también llamada solar, casa fuerte, casa palacio, casa torre, casona, casal, etc., es el símbolo de las antiguas libertades de los nobles, caballeros e hidalgos, notoriedad y nobleza.