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En Vizcaya y Guipúzcoa hay hasta once lugares distintos denominados Madariaga, sin que pueda determinarse de una manera cierta cuál fue el que dio origen al linaje del mismo nombre. Se consideran como muy antiguos los solares de Madariaga de Axpe, en la merindad de Busturia, y Madariaga de Mújica, ambos en el partido judicial de Guernica (Vizcaya), y los Madariaga-Azpicoa y Madariaga-Gabaicoa, en el término de Azcóitia, del partido judicial de Azpéitia (Guipúzcoa). Varios genealogistas dicen que en la anteiglesia de Mújica, en Vizcaya, y en su barrio denominado Madariaga, fue donde radicó el primitivo solar del linaje, pues uno de sus primeros y principales pobladores comenzó a llamarse así y edificó una casa fuerte con foso y contrafoso, muralla y contramuralla. De dicha casa salían para tomar parte en las luchas banderizas, siendo la de Madariaga una de las principales del bando Oñacino. En una de las incidencias de esas luchas de bandos, fue asaltada e incendiada por los gamboínos. Entonces los Madariaga se trasladaron a Axpe de Busturia, donde edificaron otra casa análoga a la destruida. Otros solares de Madariaga vizcaínos hubo en el término de Libano de Arrieta, cerca de Marquina; en Zarátamo y Deusto. Esta última casa es de Parientes Mayores y hoy ostenta esta dignidad el señor Basabe, como propietario y heredero. También en Durango existe otra casa solar de Madariaga, que es armera y pertenece a una rama distinta del linaje. De la casa de Axpe de Busturia procedió la rama que pasó a Guipúzcoa, estableciéndose en Anzuola, que hoy pertenece al partido judicial de Vergara, donde construyó una tercera casa solariega que, en 1664, se encontraba aislada en un cerro, cercada y trabajada, mitad de piedra y mitad de madera, viéndose sobre su puerta principal el escudo de armas que más adelante describiremos. El lugar del emplazamiento de esta casa se llama barrio de Basalde. También los Madariaga vizcaínos poblaron en Azcoitia, fundando un lugar que se llama Madariaga o Iztarriz. De los Madariaga de Anzuola procede la rama que pasó a Sevilla y de la que descienden los Marqueses de las Torres de la Presa y los de Villafuerte y los Condes de Casa-Galindo y de Pestagua. Del solar de Madariaga de la anteiglesia de Zarátamo (Vizcaya) vienen los del mismo apellido radicados en la villa vizcaína de Arrigorriaga y los que moraron en Basauri y Erandio. Del solar de la anteiglesia de Mújica, también en Vizcaya, salieron las líneas que se establecieron en las villas de Bermeo y Ceberio. Otras casas vizcaínas de Madariaga hubo en Munguía, Barrica, Plencia y Bilbao. Y de los Madariaga que radicaron en Gaviria y Vergara (Guipúzcoa), proceden los Marqueses de Torre Alta y Condes de Torre Alegre. 

Escudos de Armas del apellido:
Tanto las casas vizcaínas de Madariaga, como las guipuzcoanas, ostentaron las siguientes armas: De azur, con cinco roeles jaquelados de oro y gules, puestos en sotuer, y entre ellos, cuatro estrellas de oro. Bordura de este metal con ocho eslabones de cadena, de azur. Labayru señala también para la casa de Busturia este otro escudo: De sinople, con cuatro fajas de oro, y en cada uno de los huecos, tres veneras del mismo metal. En punta, aguas de azur y plata. Bordura de gules con cuatro crecientes de plata y cuatro luceros de oro. Estos últimos en los ángulos. Sobre la sepultura de Pero de Madariaga en la Catedral de Sevilla, se veía una piedra que desapareció en tiempos de Felipe IV, y que contenía este otro escudo: Partido: 1º, de sinople con un castillo de plata de tres torres u homenajes, y naciente de la central, un hombre armado, con espada y rodela en las manos. Al pie del castillo, dos banderas de moros, puestas en sotuer, y debajo de ellas, entre el aspa que forman, una cabeza de moro, de carnación, degollada, y 2º, de gules, con dos torres de plata puestas en faja, y entre ellas un león rampante de oro. En el jefe, una estrella de este metal. Bordura general, de gules, con ocho sotueres de oro y ocho flechas de plata, alternando. Estas mismás armas ostentaron también las casas de Anzuola y Azcoitia, en Guipúzcoa.           

Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza. El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huérfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miércoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los príncipes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general. El agua es símbolo de sabiduría ilustrada, de ánimo virtuoso, pudiendo también simbolizar extensión de dominio, así como el principio de todas las cosas y la regeneración del tiempo. El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apostol en su martirio. El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apostol en su martirio. La bandera es la señal o insignia con que se distingue a un cuerpo de tropa. Símbolo de poder y de señorío sobre huestes y vasallos. La bandera se usaba más en timbres que como divisa del escudo, sin embargo, dentro del blasón suele proceder de caballeros que pertenecieron a la Orden Militar "Caballería de la Razón", que fundó Don Juan I, rey de Castilla, en el año 1385, usando como divisa un estandarte. La bordura simboliza protección, favor y recompensa; así mismo la cota que vestían los caballeros para la guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de la bordura de escudo, como insignia de valor. La bordura también se usa para combinar armerías, con la particularidad que las armas situadas en la bordura tienen siempre carácter secundario. La cabeza significa trofeo, valor, superioridad y despojo sangriento. Las familias españolas, que traen cadenas en su blasón, es por la batalla de las Navas, en la que se rompió el palenque de Miramomelín, guarnecido de gruesas estacas y cadenas muy fuertes Los castillos son geroglífico de grandeza, y de elevación, porque ellos exceden en hermosura, en fortaleza, y en magnitud a todos los demás edificios: denota también el asilo, y la salvaguardia. La luna o creciente, en las armerías, se ha tenido por buen agüero, y presagio de grandeza, como se dice del sueño de Milon, hijo de Guillermo, Conde de Borgoña, a quien la noche antes de ser electo Papa, con el nombre de Calixto II, en el año 1119, se le representó en sueños un ángel, que le ponía una luna (creciente) baxo de sus rodillas, advirtiéndole, como sucedió después, que sería el Jefe de la Iglesia Universal. Los hebreos celebran las fiestas que llamaron Neomenías (en recuerdo de su pasado pastoril), y entre los árabes es distintivo de poder y de nobleza. Carlos I instituyó, en la ciudad de Mesina, la Orden Militar del Creciente, y sus caballeros y algunos de sus descendientes cargaron los crecientes en sus armas. La casa solariega, también llamada solar, casa fuerte, casa palacio, casa torre, casona, casal, etc., es el símbolo de las antiguas libertades de los nobles, caballeros e hidalgos, notoriedad y nobleza.