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Según Vilar y Pascual, estos apellidos son modalidades de un mismo linaje, que tuvo su origen en la tierra de Chiner, en Luxemburgo, tierra que recibió en dote Matilde, la hija de Ricui, conde de Ardan y primer conde de Luxemburgo, cuando casó en 941 con Arnal de Grauson, en Borgoña, que fue primer conde de Chiner. Estos esposos fallccieron en 992; dejando tres hijos: Otón, que sucedió en el condado: Clemencia, esposa del señor de Vilz, y Juan. De este Juan descendió, segím el mismo autor, Juan Gener, que se trasladó a Barcelona para tomar parte en la guerra de la Reconquista. En dicha ciudad fundó una casa solar, de la que procedieron los Giner, Gener y Chiner. Orígenes tan remotos ofrecen contadas veces garantía de veracidad. Lo cierto es que el linaje que nos ocupa es catalán y que las noticias más antiguas y ciertas que se tienen de algunos de sus principales varones sólo alcanzan a fines del siglo XIII. El linaje se extendió por Mallorca, Aragón, Valencia, Murcia, Andalucía y Castilla. Una rama de los Giner valencianos radicó en la villa de Murla, del partido judicial de Pego (Alicante), y de esa rama procedió I. Pedro Giner, natural de Murla, que contrajo matrimonio con doña Esperanza de Mora, de igual naturaleza, naciendo de esta unión II. Pedro Giner de Mora, natural de Murla y sargento mayor del tercio de Nápoles, que casó con doña Crisóstoma Salellas, natural de Gandía, de la que tuvo a III. Pedro Giner y Salellas, natural de Nápoles y caballero de la Orden de Santiago, en la que ingresó el 5 de abril de 1633.

Escudos de Armas del apellido:
En Cataluña : De oro, con una mata de enebro de sinople , y bordura de ocho piezas de sinople. Los de Valencia : Escudo partido : 1º, de oro, con una faja de sinople, y bordura jaquelada de plata y azur, y 2º, también de oro, con un tronco de enebro, arrancado, de sinople, puesto en abismo y acompañado de cuatro alas de sable, una en cada ángulo del escudo Hay autor que atribuye equivocadamente al linaje de que tratamos las armas de «Generés».

Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aún así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza. El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huerfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miercoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los principes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general. El ala representa a las alas del águila, simbolizando la libertad, dada sus ansias de volar y surcar los cielos. La bordura simboliza protección, favor y recompensa; así mismo la cota que vestían los caballeros para la guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de la bordura de escudo, como insignia de valor. La bordura también se usa para combinar armerías, con la particularidad que las armas situadas en la bordura tienen siempre carácter secundario.