Apellido radicado desde muy antiguo en Valencia y Alicante. También tiene mucha antigüedad la familia Juan, de Palma de Mallorca, como se verá luego.EN VALENCIA Y ALICANTE En el reino de Valencia hubo tres ramas de este linaje de Juan, que se apellidaron: Juan de Torres, condes de Peñalba; Juan de Centelles, radicada en la ciudad de Játiva, y Juan de Aguillén de Molina y de Cerbí, establecida en Onil (Alicante). En Alicante hubo también casas del linaje Juan, que pertenecieron a Cipriano Juan y a Bernardo Juan, caballeros de la Orden de San Juan de Malta.LOS JUAN DE TORRES A estos Juan establecidos en la ciudad de Valencia, perteneció I. Jorge Juan, que contrajo matrimonio con doña Ursula Juan, su deuda, a la que hizo madre de II. Luis Juan y Juan, que casó con doña Francisca de Torres. Descendiente de estos fue III. Francisco Juan de Torres y Exarch, virrey de Mallorca, por real título dado en Madrid el 23 de febrero de 1622. Casó con doña Juana Verdugo.LOS JUAN DE MALLORCA A la conquista de la isla de Mallorca pasó Cosme Juan, que quedó heredado con dos yugadas en la alquería Punxuat, del término de Montueri. Raimundo Juan, en 1285, prestó sacramento y homenaje al rey don Alonso III de Aragón, como diputado por la villa de Valldemosa, y Pedro Juan, en representación de la misma villa, juró en 1343 obediencia y fidelidad al rey don Pedro IV de Aragón. Otro Pedro Juan, en 1418, fue uno de los síndicos enviados por la parte forense de la isla a la Corte de Aragón, para exponer al monarca las necesidades del reino.EN CATALUÑA En esta región hubo también familias del linaje que venimos estudiando. Se apellidaron «Joan», y de una de ellas, originaria de Perpiñán, descendió I. Francisco Joan, que casó con doña Josefa Pellicer (hija de Jerónimo Pellicer), y fueron padres de II. Honorato de Joan y Pellicer, que contrajo matrimonio con doña Catalina Puigjaner, a la que hizo madre de 1º Andrés Joan y Puigjaner. 2º Honorato Joan y Puigjaner. 3º Monserrat Joan y Puigjaner, y 4º Enrique Joan y Puigjaner, bautizado en Canet (Rosellón), el 14 de mayo de l613 e ingresado en la Orden de San Juan, en el Gran Priorato de Cataluña, en 1634.
Escudos de Armas del apellido:
Los de Valencia : De oro, con el águila de sable, y bordura de dentellones del mismo color. Los Juan de Torres, también de Valencia, y condes de Peñalba : Cuartelado : 1º y 4º, de plata, con un águila de sable, y 2º y 3º, también de plata, con una torre de sable. Estos últimos cuarteles corresponden al apellido Torres. Los Juan de la villa de Onil, por concesión del rey don Jaime I: De azur, con dos leones de oro, rampantes y afrontados, sosteniendo en las manos hacecillos de espigas, surmontados de un águila de su color. Los de Mallorca ostentaron ese mismo escudo, con la sola diferencia de que sólo sostienen los leones una espiga de trigo larga con hojas y raíces de oro y no están surmontados del águila. Otros en Perpiñán y Cataluña: De oro, con una banda de azur catgada de tres rosas de oro.
Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza. El águila se concede en los blasones a los hombres que exceden en valor, generosidad y braveza a los demas hombres. La banda significa el tahalí del caballero, y la banda que traían atravesada del hombro diestro al flanco siniestro, y por eso se expresa en esta situación en el escudo, habiéndola puesto por armas muchos de los que fueron a las cruzadas, según el color con que se distinguian las naciones. La bordura simboliza protección, favor y recompensa; así mismo la cota que vestían los caballeros para la guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de la bordura de escudo, como insignia de valor. La bordura también se usa para combinar armerías, con la particularidad que las armas situadas en la bordura tienen siempre carácter secundario.
