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Casa solar en el lugar de Zuaza, del valle de Ayala y partido judicial de Amurrio, en Álava. De ella dimanaron varias ramas que se establecieron en Llodio y Oquendo, villas alavesas del partido de Amurrio; en esta villa, y en Respaldiza, lugar del citado valle de Ayala. Pasaron a Navarra, radicando en el lugar de Echarren, del Concejo de Araquil y partido de Pamplona, y en el lugar de Arteta, del valle de Ollo y partido de Pamplona. En Guipúzcoa fundaron nueva casa en la jurisdicción de la villa de Deva, y hay tres caseríos que llevan el nombre de Ibarrola: uno pertenece al barrio de Basalgo, del término de Vergara; otro, al barrio de Meaca, del término de Irún, y otro llamado Ibarrolaborda, perteneciente también al mismo barrio de Meaca. En Vizcaya se establecieron en Murélaga, del partido judicial de Marquina, levantando casa solar armera, llamada Ibarrola-Mayor, en el término de Murélaga. Otra crearon en el lugar de Aulestia, perteneciente al mismo Ayuntamiento de Murélaga. También radicaron en Gordejuela, partido judicial de Valmaseda, individuos de la rama de Ibarrola de la villa alavesa de Oquendo. Esta familia ha ostentado los títulos siguientes: Conde de Rolagüero, creado el 25 de Octubre de 1669; Conde de Miguel Grande, 10 de Agosto de 1768; Vizconde de Rivaferrer, 6 de Julio de 1661, y Marqués de Izazul, concedido el 4 de Marzo de 1845 a don José María de Ibarrola y Molinedo, Marqués de Zambrano.      

Escudos de Armas del apellido:
Las casas de Álava: Cortado por una faja de gules; la partición alta, de plata, con dos lobos andantes de su color, uno detrás de otro, y la partición baja, también de plata, con cinco panelas de sinople, puestas en sotuer. Otros, también en Álava: Cortado: 1º, de plata, con dos lobos de sable, andantes, uno detrás de otro, y 2º, de oro, con cinco panelas de sinople, puestas en sotuer. Así lo dice Labayru y Carlos de Guerra. Los de las casas de Murélaga y Aulestia, en Vizcaya, y los de las casas de Navarra: De oro, con un roble de sinople, y un oso de sable empinado al tronco. El Doctor Labayru, al describir el escudo de los Ibarrola de Aulestia, equivoca el esmalte del campo, pues dice que es de sinople. Hita modifica esas mismas armas por lo que respecta a la forma en que las usaran los Ibarrola navarros del lugar de Echarren, porque dice que el campo es de plata, y sustituye el oso con un jabalí arrimado al tronco del árbol. Villanueva consigna que ese escudo del árbol con un oso empinado a su tronco en campo de oro, fue acrecentado por algunos Ibarrola con una bordura de gules, con ocho sotueres de oro. Otros, radicados en la Merindad de Marquina (Vizcaya), trajeron: De sinople, con dos llaves de oro en sotuer, puestas en abismo y acompañadas, en lo alto, de tres estrellas de oro, en triángulo, y en lo bajo, de un creciente de plata, con las puntas hacia arriba. Elorza y Rada, en su "Nobiliario del Valle de la Valdorba", atribuye a otros Ibarrola establecidos en el lugar de Artariarin, de dicho valle de la Valdorba, estas armas: Escudo cuartelado en sotuer: 1º y 4º, de oro, con tres bandas de gules, y 2º y 3º, de oro también con el lema "Ave María", en letras de sable. Ningún otro autor habla de estas armas. El escudo de los Ibarrola, de Álava, que describimos en primer lugar lleva esta divisa: "Quod plus difficultatis habet eo magis est dignum", puesta en letras de sable sobre un volante de plata.

Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huérfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miércoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los príncipes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general. El ala representa a las alas del águila, simbolizando la libertad, dada sus ansias de volar y surcar los cielos. El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apóstol en su martirio. La banda significa el tahalí del caballero, y la banda que traían atravesada del hombro diestro al flanco siniestro, y por eso se expresa en esta situación en el escudo, habiéndola puesto por armas muchos de los que fueron a las cruzadas, según el color con que se distinguían las naciones. La bordura simboliza protección, favor y recompensa; así mismo la cota que vestían los caballeros para la guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de la bordura de escudo, como insignia de valor. La bordura también se usa para combinar armerías, con la particularidad que las armas situadas en la bordura tienen siempre carácter secundario. La luna o creciente, en las armerías, se ha tenido por buen agüero, y presagio de grandeza, como se dice del sueño de Milon, hijo de Guillermo, Conde de Borgoña, a quien la noche antes de ser electo Papa, con el nombre de Calixto II, en el año 1119, se le representó en sueños un ángel, que le ponía una luna (creciente) baxo de sus rodillas, advirtiéndole, como sucedio después, que sería el Jefe de la Iglesia Universal. Los hebreos celebran las fiestas que llamaron Neomenías (en recuerdo de su pasado pastoril), y entre los árabes es distintivo de poder y de nobleza. Carlos I instituyó, en la ciudad de Mesina, la Orden Militar del Creciente, y sus caballeros y algunos de sus descendientes cargaron los crecientes en sus armas. La casa solariega, también llamada solar, casa fuerte, casa palacio, casa torre, casona, casal, etc., es el símbolo de las antiguas libertades de los nobles, caballeros e hidalgos, notoriedad y nobleza.