Casi todos los tratadistas coinciden en afirmar que el linaje de Heredia procede de un caballero extranjero que vino a servir a uno de los primeros Reyes de Navarra y que poseyó el Señorío de Heredia, lugar que hoy pertenece al Ayuntamiento de Barrundia y partido judicial de Vitoria (Álava). Ahora bien. ¿Se llamaba Heredia dicho caballero y dio su nombre al citado lugar, o éste se denominaba ya así y fue aquél el que tomó su nombre? Las voces here y heri, del latín, significan ayer, y hera y heritis y herus, casa de señores, como herencia de antepasados y sucesión de hechos valerosos. Acaso todo esto significa la palabra Heredia. También se lee que el citado guerrero pobló en Vitoria y en Treviño, villa ésta que hoy pertenece al partido judicial de Miranda de Ebro (Burgos), y que antiguamente fue cabeza del famoso Condado de Treviño. Del mismo personaje a que venimos aludiendo, dicen algunos autores que ganó a los moros la Puebla de Cadorra y San Vicente de Arana, villas pertenecientes al partido judicial de Vitoria; que recuperó muchos castillos, por lo que puso en sus armas castillos, como más adelante se verá, y que dejó bastantes hijos que se extendieron por Navarra, Aragón, las dos Castillas, Murcia y Andalucía, permaneciendo en la villa alavesa de Heredia la rama primogénita. Todo lo que antecede no garantiza, ni mucho menos, que tal fuera el origen del apellido Heredia, porque éste aparece también con bastante antigüedad en Aragón, como originario de las montañas pirenaicas. Ya en tiempos del Rey Navarro don García el Tembloroso, fines del siglo X, florecía el caballero aragonés Pedro Fernández de Heredia, que se halló en la batalla que se dio contra los moros cerca de la villa de Salinas de Oro, que hoy pertenece al partido judicial de Estella, en Navarra. ¿Pasó el linaje de Aragón a Navarra y de Navarra a Álava, donde poseyó, como se ha dicho, el Señorío de la villa de Heredia? ¿Tuvo en esta villa su arranque y primitivo solar, extendiéndose después por Navarra, Aragón y otras regiones? No es fácil esclarecer esto. De la rama primogénita que, según consignan algunos autores, permaneció en la villa de Heredia, no se mencionan los primeros ascendientes, y pertenecen a principios de la edad moderna las noticias genealógicas que de ella se encuentran. EN CATALUÑA De los Heredia catalanes fueron Mariana, Magdalena y Teresa Hernández de Heredia y Balanzategui, señoras del hábito de San Juan, en el Gran Priorato de Cataluña, y fallecidas el 5 de noviembre de 1685, el 17 de mayo de 1715 y, la última, que fue priora, el 7 de abril de 1733. EN VALENCIA Mosén Jaime Febrer dice en sus Trovas, "Los del apellido Heredia que poblaron esta ciudad de Cartagena, descienden de Aragón y fueron conquistadores del reino de Valencia con el rey don Jaime. Fueron grandes caballeros y ricoshombres de aquel reino, como lo refiere Jerónimo de Zurita en sus "Anales" a que me remito: "y en el tiempo de la conquista deste reino vinieron dellos a poblar Murcia y Cartagena, como consta por el libro de la población de la Citada ciudad de Murcia, á fojas 20 y 56; y los que vinieron a Cartagena, fueron siempre tenidos y reputados por caballeros hijosdalgo, aventajándose en el servicio de S.M. desta Corona de Castilla, siendo capitanes y regidores cuando eran añales, y en particular en el tiempo de las comunidades, año 1.521, les fue encomendada la guarda y defensa del castillo desta ciudad, desde el Cinto y puerta que llaman de la villa para arriba, a Juan de Heredia y sus hijos, en que procedieron con lealtad y valor que debían a su nobleza, como parece por los libros y papeles del Archivo y últimamente lo declaró esta ciudad en el acuerdo que hizo el 16 de abril del año 1.579 que, habiendo muerto Sancho de Heredia nieto de Juan de Heredia, y perdióse su oficio de regidor por falta de renunciación, lo pidió la ciudad a S.M. para doña Ana de Heredia, su hija, representándole los dichos servicios, y por ellos S.M. le hizo merced del oficio en cabeza de Alonso Martín Fortún, como lo dice el título, su data del l de agosto de 1.579". Tomaron parte en la conquista del reino de Valencia, Fernando de Heredia, a quien se nombró virrey, y Juan González de Heredia, a quien se entregó la villa y castillo de Azubeda.
Escudos de Armas del apellido:
A pesar de la gran difusión que alcanzó este linaje por toda la península, conservó, sin embargo, la identidad de sus armas, con muy pocas e insignificantes variaciones. El fundador del linaje, por haber ganado a los moros muchos castillos, adoptó éstos por divisa. Él y sus sucesores en Álava, así como los Heredia de Aragón, Cataluña, las Castillas y Murcia, usaron: De gules, con cinco castillos de oro o de plata, puestos en sotuer. Otros: En campo de gules, cinco torres almenadas de oro, puestas en sotuer. Lema: «Pro legem et regem si morimur vivimus.»
Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El ala representa a las alas del águila, simbolizando la libertad, dada sus ansias de volar y surcar los cielos. El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apostol en su martirio. Los castillos son geroglífico de grandeza, y de elevación, porque ellos exceden en hermosura, en fortaleza, y en magnitud a todos los demas edificios: denota también el asilo, y la salvaguardia.