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Apellido patronímico, derivado del nombre propio de Gutierre, y, como tal muy extendido por toda la península. El autor que más se acerca al origen de este apellido, según nuestro criterio, es don Pedro Lezcano, que dice que una casa solariega, de este patronímico, radicó cerca de la villa de Navia, en Asturias y cita a un tal Payo Gutiérrez que, al parecer, fue amigo del rey Ramiro en el año 774 y a Osón Gutiérrez que vivió en tiempos de don Alfonso "el Casto" y fue hombre muy generoso que hizo grandes dádivas a los menesterosos y donó grandes haciendas al monasterio de religiosos benedictinos de Aguilar de Campoo. El origen que puede considerarse como más aceptable sobre los Gutiérrez es de procedencia goda y tiene razón Francisco de Hita, o lo que es igual, el tronco de donde partieron las distintas ramas del apellido Gutiérrez es claramente asturiano. Una casa hubo en el Valle de Carranza, de la que, según algunos autores, procedieron los Gutiérrez de Aguilar de la Frontera (Córdoba) y Salamanca. Otra radicó en la villa de Bilbao, y ésta, según el Doctor Labayru, era originaria de Castilla. Probaron su nobleza repetidas veces, en diferentes épocas, en las Ordenes Militares y en las Reales Chancillerías de Valladolid y Granada. Chancillería de Valladolid, cuyos legajos nos van indicando los puntos de sus residencias: La Coruña, donde ya pleiteaban por su hidalguía en el siglo XVI; los de los Prados de Ntra. Sra. la Real de Peñamayor (provincia de Lugo); los de Santiago de Breija (partido judicial de Lalín), que se llamaban GUTIÉRREZ DEL BUSTILLO, y otros GUTIÉRREZ DEL BUSTILLO, que desde él valle de Carriedo llegaron a tierras de Celanova; los GUTIÉRREZ DEL CASTILLO SARMIENTO Y VALLADARES, de San Andrés de Comesaña, de Priegue, etc., que, no obstante lo pomposo de sus apellidos, tardaron en ver conseguidos sus deseos de una Real Provisión; los GUTIÉRREZ DE LEÓN, de Vivero; los GUTIÉRREZ DE MONROY, del Bierzo; los GUTIÉRREZ DE LA PENA, que, venidos de tierras de Almansa, emparentaron con familias de recia raigambre gallega, como los CRESPO DE PAZOS, de Lage; con los CALO y VALLO DE PORRAS; con la Casa de los Marqueses de Bendaña, y de los cuales tendremos que hacer mención especial; en tanto que los GUTIÉRREZ DE QUIROZ, vecinos de Mondoñedo, ya pleiteaban por el reconocimiento de su hidalguía a fines del siglo XVI.     Los de La Coruña     HERNÁN GUTIÉRREZ, tuvo por hijo a      FRANCISCO GUTIÉRREZ, que fue padre de JUAN GUTIÉRREZ; casó con María Gutiérrez, y tuvo por hijo a otro JUAN GUTIÉRREZ, vecino de La Coruña, que Instruyó Juramento en la Real Chancillería de Valladolid, obteniendo sentencia de Alcaldes a su favor en 3-V-1570; confirmada en 27-VI1-1573. Los de Prados de Nuestra Señora la Real de Peñamayor     D. JOSÉ GUTIÉRREZ, casó con D.ª María González; vecinos de Vilanova de Pedregal; empadronado como noble en padrones de Vilanova (o Villanova) de 1702, que tenía en su poder una carta Ejecutoria de hidalguía; tuvo por hijo a     D. ANTONIO GUTIÉRREZ, que casó con D.ª María González; vecinos de Los Prados, donde casaron en 2-IV-1727 y tuvo por hijo a      D. JOSÉ GUTIÉRREZ, bautizado en Los Prados de Nuestra Señora la Real de Peñamayor. Fueron sus hermanos D. Gregorio, nacido en 1737; D. José Ventura; nacido en 1744. Don José fue bautizado en Los Prados, 10-VIII-1732; Instruyó Juramento en la Real Chancillería de Valladolid, 3-Xl- 1779, sin que conste la Real Provincia. Se tienen noticias de otro caballero, también llamado Osón Gutiérrez que confirmó privilegios en el reinado de Sancho I. Otro caballero, de nombre Pedro Gutiérrez fue Merino Mayor reinando Alfonso V y el conde Nuño Gutiérrez fue ricohombre del rey don Alfonso VI. Un famoso personaje al que se une al apellido Gutiérrez, como relacionado al mismo, es el poeta Gutierre de Cetina, cuya vida en determinados momentos casi alcanzó la clasificación de aventura. Ni siquiera se sabe con certeza el tiempo que vivió en Sevilla, donde nació, aunque se supone que sobre el año 1.536 marchó a Valladolid y posteriormente a Sicilia donde sirvió como soldado, participando en varias batallas. En 1.546 pasó a Nueva España con su tío Gonzalo, Procurador General, y aquí se pierde su rastro y nada se sabe de sus andanzas hasta la noche del 1 de abril de 1.554 en los que él y su amigo Peralta fueron atacados y heridos por dos embozados que les tendieron una emboscada, suponiéndose que el lance fue motivado por lo que ahora denominaríamos "cuestión de faldas". El hecho sucedió en Puebla de los Angeles. Su quehacer literario debió ser muy abundante, aunque hasta nosotros no haya llegado sino una pequeña muestra del mismo. De su prosa se conserva el "Diálogo entre la cabeza y su gorra" de estilo satírico y la "Paradoja en la alabanza de los cuernos", título que refleja claramente su contenido. La producción dramática puede considerarse perdida en su totalidad. Otro famoso personaje de este apellido, parece ser que fue don Gutierre Fernández de Castro, un noble castellano que tampoco disfrutó de una existencia muy tranquila. Hijo de Francisco Ruiz, señor de Castrojeriz, fue uno de los magnates más influyentes en la corte de Alfonso VII, del que fue mayordomo. Participó en la conquista de Almería y Coria y recibió en recompensa la tenencia de Soria, Peñafiel, Roa, Medinaceli y otras. Nombrado ayo de Sancho III, a la muerte de éste fue tutor de Alfonso VIII. Tanta grandeza forzosamente tenía que granjearle gran cantidad de enemigos, y así fue, en efecto. Siendo los más poderosos aquellos pertenecientes a la familia de los Lara, de la nobleza castellana, tan poderosos como él, la influencia de éstos fue tal, que don Gutierre se vió obligado a ceder la tutoría del rey niño a García Ordóñez, pasando discretamente a un segundo plano. De las ramas de este apellido que pasaron a América cabe destacar, en Argentina al novelista Eduardo Gutiérrez, que se dedicó a escribir relatos sobre la base de las tradiciones populares; al también argentino, Ricardo Gutiérrez, poeta, muy influenciado por el Duque de Rivas y Espronceda, con una obra que se traduce en cierto romanticismo tardío. Exaltó la figura del gaucho en un poema de más de tres mil versos y cantó la fraternidad humana y su odio a la guerra en su obra "La fibra salvaje". En lo que se refiere a los Gutiérrez de Méjico, encontramos a Eulalio Gutiérrez, un militar que intervino en la revolución contra Porfirio Díaz y resultó elegido presidente provisional de la República, pero a los dos meses de ocupar el cargo, Pancho Villa se encargó de expulsarlo, lo que le hizo tomar la determinación de abandonar la política. Otro político mejicano, José María Gutiérrez, fue ministro de Asuntos Exteriores, pero los acontecimientos contrarios a su política le hicieron exiliarse a Europa donde abogó por la implantación de una Monarquía hereditaria en Méjico y fue el designado por los monárquicos mejicanos para ofrecer la corona de este país al archiduque Maximiliano de Austria. Manuel Gutiérrez Nájera, fue un poeta mejicano, al tiempo que conocido periodista, bastante influenciado, en lo que a poesía se refiere, por el espíritu de Gustavo Adolfo Bécquer. Otro Gutiérrez, en este caso, peruano, fue uno de los que tuvo una vida bastante agitada, ya que siendo militar, encabezó un levantamiento contra el Presidente de aquella República, Balta, al que detuvo y encarceló. Pero al día siguiente, otro levantamiento se produjo, esta vez contra él y sus hermanos, uno de los cuales, Silvestre, fue asesinado. Los Gutiérrez respondieron, asesinando a su vez a Balta, lo que provocó la reacción del pueblo de Lima que apoderándose de otro de los hermanos Gutiérrez, en este caso Tomás, lo asesinó asimismo. Ante el cariz que tomaban los acontecimientos, los cadáveres de Silvestre y Tomás Gutiérrez fueron colgados de las torres de la Catedral, y luego quemados. Marcelino, el último de los Gutiérrez que quedaba con vida, consiguió huir al extranjero. 

Escudos de Armas del apellido:
En campo de oro, una torre de piedra, acompañada en los ángulos de la punta de dos cuadros de plata, cargado cada uno de un lobo de sable y sumado de un árbol de sinople; bordura de gules, con cinco cabezas de sierpe, de sinople. La casa del Valle de Carranza (Vizcaya), cuyos descendientes en Andalucía ostentaron los títulos de Condes de Rubalcava y de Ayamonte, traía: De plata, con cinco lagartos de sinople, puestos en sotuer. Divisa: "Rubalcava, nunca acaba", puesta en letras de gules sobre un volante de plata. La casa de la villa de Bilbao, según Labayru: Cuartelado: 1º, de plata, con una cruz de gules, ancha y cargada de cinco castillos de oro; 2º, de azur, con una torre de plata, y sobre la torre del homenaje un águila de sable, con las alas extendidas, en actitud de emprender el vuelo; 3º, de oro, con otra torre de plata, y 4º, una cruz de gules, floreteada, conteniendo otra sencilla de plata. Así las describe el mencionado Doctor Labayru, pero como omite el esmalte de este último cuartel, bien pudiera ser que éste fuera de plata, con la cruz hueca y floreteada, causa por la cual, parece que en su centro se dibuja una cruz de plata. También hay que advertir que en el tercer cuartel pone una torre de plata sobre campo de oro, en contra de las leyes heráldicas que no admite el color sobre el color, ni el metal sobre el metal, por lo que nos inclinamos a creer que esa torre es de piedra. Otros, de Santander, traen: en campo de oro, cinco cabezas de sierpe, de sinople, lampasadas de gules, goteando sangre y puestas en sotuer. Otros, de Santander, traen: en campo de gules, un castillo de plata, aclarado de azur; bordura de plata, con siete cabezas de moros con turbantes de colores. Los de Gandarilla traen: en campo de gules, tres fajas de oro. Los de Castilla traen: en campo de azur, una torre de oro. Otros, de Castilla, traen: en campo de plata, un árbol de sinople, arrancado, y un lobo al natural, lampasado de gules, pasante, al pie del tronco. Los de Aragón traen: en campo de oro, una cruz de gules con el alfa y el omega pendientes de sus brazos. Los de Extremadura traen: en campo de azur, una banda de oro engolada en cabezas de dragones del mismo metal, y brochante sobre el todo, un león rampante, de su color. Otros, de Extremadura, traen: en campo de oro, un castillo de piedra; en jefe, cinco hojas de higuera, de sinople, puestas en sotuer. Los de Asturias traen: en campo de azur, una torre de plata, donjonada de tres torres, la del centro mayor; bordura jaquelada de oro y gules. Otros traen: en campo de plata, una cruz de gules, cargada de cinco castillos de oro; bordura de oro. Otros traen: en campo de sinople, una banda de oro engolada en cabezas de dragones del mismo metal, linguados de gules, y acompañada en lo bajo de un león de oro, coronado; bordura de gules, con ocho aspas de oro. Otros: En campo de gules, un castillo de plata, aclarado de azur; acompañado de seis cabezas de moros, en dos palos, y de otra cabeza de moro en punta. Los GUTIÉRREZ DE LA PENA, ostentaron estas otras: En campo de azur, una torre de plata, aclarada de gules, sobre un terrasado de sinople, con dos perros afrontados y atados a una cadena que sale de la puerta; y acompañado de una venera en cada flanco, y de una estrella de ocho puntas, de oro, en jefe.

Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza. El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huérfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miércoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los príncipes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general. El águila se concede en los blasones a los hombres que exceden en valor, generosidad y braveza a los demas hombres. El ala representa a las alas del águila, simbolizando la libertad, dada sus ansias de volar y surcar los cielos. El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apostol en su martirio. El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apostol en su martirio. La banda significa el tahalí del caballero, y la banda que traían atravesada del hombro diestro al flanco siniestro, y por eso se expresa en esta situación en el escudo, habiéndola puesto por armas muchos de los que fueron a las cruzadas, según el color con que se distinguían las naciones. La bordura simboliza protección, favor y recompensa; así mismo la cota que vestían los caballeros para la guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de la bordura de escudo, como insignia de valor. La bordura también se usa para combinar armerías, con la particularidad que las armas situadas en la bordura tienen siempre carácter secundario. El brazo simboliza la fortaleza. La cabeza significa trofeo, valor, superioridad y despojo sangriento. Las familias españolas, que traen cadenas en su blasón, es por la batalla de las Navas, en la que se rompió el palenque de Miramomelín, guarnecido de gruesas estacas y cadenas muy fuertes Los castillos son geroglífico de grandeza, y de elevación, porque ellos exceden en hermosura, en fortaleza, y en magnitud a todos los demas edificios: denota también el asilo, y la salvaguardia. La cruz es una pieza honorable, que representa la espada del caballero, dándose en Armería al combatiente que sacaba la espada teñida de sangre de sus enemigos. Del tiempo de las cruzadas quedaron algunas familias con la cruz por armas, para denotar que habían estado en ellas. La casa solariega, también llamada solar, casa fuerte, casa palacio, casa torre, casona, casal, etc., es el símbolo de las antiguas libertades de los nobles, caballeros e hidalgos, notoriedad y nobleza.