Tienda online de heráldica en diversos materiales

Apellido originario de Cataluña, y pasó a Aragón, Valencia y Murcia en tiempos muy antiguos, pues mosén Jaime Febrer cita en sus Trovas a tres familias de este linaje, que ayudaron a don Jaime I de Aragón en las conquistas de Valencia y Murcia. Uno de ellos se llamaba Jaime Fuster y vino desde Montpellier (Francia) a la guerra de Orihuela contra los rebeldes de Murcia y su reino, siendo muy estimado del citado monarca aragonés. Otro, llamado Ramón Fuster y radicado en Barcelona, pasó desde esta capital a la conquista de Murcia. Y el tercero, cuyo nombre era el de Arnaldo Fuster, vivió en Aragón y marchó desde allí a la conquista de Valencia, siendo confidente del infante don Fernando. Quedó heredado en el lugar de Fuente Encarroz (hoy villa perteneciente al partido judicial de Gandía), y obtuvo del rey don Jaime el encargo de repartir las tierras inmediatas a Gandía y poblar en esta villa, en la que dejó sucesores que difundieron el apellido por Valencia y Murcia. Otros caballeros Fuster asistieron a la conquista de Mallorca, estableciéndose en aquella isla, después de ganada a los moros, dejando allí numerosa descendencia. Uno de esos conquistadores de Mallorca fue Pelegrín Fuster, que en el reparto general de las tierras se le asignó la alquería «Benirocaybo», de tres yugadas, en el término de Montueri.

Escudo de Armas:
El caballero Jaime Fuster (citado por mosén Jaime Febrer), que pasó desde Montpellier a la guerra de Orihuela, traía : De azur, con un sol de oro, casi eclipsado por una luna de plata. Ramón o Raimundo Fuster (otro de los caballeros citados por Febrer) ; que pasó desde Barcelona a la conquista de Murcia, ostentaba : De azur, con unas virutas de oro. Y Arnaldo Fuster (que también cita Febrer), y que fue desde Aragón a la conquista de Valencia, siendo heredado por el rey don Jaime I en Fuente Encarroz y autorizado para repartir las tierras de Gandía y poblar en esta villa, usaba : De azur, con una luna de plata, surmontada y acompañada de tres estrellas de oro puestas en triángulo. Estas armas trajeron después los Fuster de Valencia. Algunos pusieron las estrellas en el jefe en situación de faja. Otros sustituyeron la luna con un sol de plata. Los Fuster de Aragón también ostentaron ese mismo escudo, pero sustituyendo la luna con un creciente de plata ranversado. La casa de Fuster, de Barcelona, según Garma y Durán, trajo : De azur, con un lobo de oro en salto. Los Fuster de Mallorca tienen: De azur, con una estrella de oro. Los de Cataluña traen: en campo de azur, un sol de oro, casi eclipsado por una luna de plata. Los de Aragón y Valencia traen: en campo de azur, una luna de plata surmontada de tres estrellas de oro puestas en faja. Los de Murcia traen escudo cuartelado: 1.°, las armas de los de Aragón y Valencia; 2.°, en campo de gules, tres flores de lis de oro bien ordenadas; 3.º, en campo de oro, una carrasca de sinople y un oso de su color, pasante, atado a ella, y 4.°, en campo de plata, tres palos de sinople. Los de Baleares traen: en campo de azur, una estrella de oro.

Simbología del Escudo de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aún así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza. El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huérfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miércoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los príncipes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general. El caballero simboliza la nobleza. En los comienzos de la Edad Moderna, era "soldado de caballería, que servía a su costa con armas y caballo". Desde el reinado de Felipe III, Caballero es el "Hidalgo de Nobleza reconocida". La luna o creciente, en las armerías, se ha tenido por buen agüero, y presagio de grandeza, como se dice del sueño de Milon, hijo de Guillermo, Conde de Borgoña, a quien la noche antes de ser electo Papa, con el nombre de Calixto II, en el año 1119, se le representó en sueños un ángel, que le ponía una luna (creciente) baxo de sus rodillas, advirtiéndole, como sucedió después, que sería el Jefe de la Iglesia Universal. Los hebreos celebran las fiestas que llamaron Neomenías (en recuerdo de su pasado pastoril), y entre los árabes es distintivo de poder y de nobleza. Carlos I instituyó, en la ciudad de Mesina, la Orden Militar del Creciente, y sus caballeros y algunos de sus descendientes cargaron los crecientes en sus armas. La casa solariega, también llamada solar, casa fuerte, casa palacio, casa torre, casona, casal, etc., es el símbolo de las antiguas libertades de los nobles, caballeros e hidalgos, notoriedad y nobleza.