Tienda online de heráldica en diversos materiales

En el lugar de Aizarna, de la jurisdicción de Cestona y partido judicial de Azpéitia (Guipúzcoa), hay dos casas llamadas Egaña de Suso y Egaña de Yuso. Pasaron a Vizcaya, Navarra y Chile. La filiación de la rama troncal de la casa de Egaña de Suso, es como sigue: I. Martín de Egaña, Alcalde de la villa de Cestona en 1610, contrajo matrimonio con doña Catalina de Azcue, y fueron padres de II. San Juan de Egaña y Azcue, que casó can doña Catalina de Celaya, a la que hizo madre de 1º Juan de Egaña y Celaya, que sigue, y 2º Gracián de Egaña y Celaya, esposo de doña Magdalena de Olazábal, y ambos padres de a) Gracián de Egaña y Olazábal, que celebró su enlace con doña Cristina Igarza, en la que procreó a Francisco de Egaña e Igarza, que obtuvo Real despacho de escudo de armas expedido en 1650 por Pedro de Salazar y Girón, Rey de Armas, y Ana de Egaña e Igarza, que casó con Pedro de Balzola y Gorosarri. III. Juan de Egaña y Celaya fue Alcalde y Capitán a Guerra de la villa de Cestona, en 1638. Se unió en matrimonio con doña Catalina de Gorosarri, llamada también Ana, de la casa de Gorosibarrena en Aizarna, y fueron sus hijos: 1º Francisco de Egaña y Gorosarri, que sigue, y 2º Juan de Egaña y Gorosarri, esposo de doña Catalina de Zulaica, y ambos padres de María y Catalina de Egaña y Zulaica, que ganaron ejecutoria de hidalguía en Cestona, en 1646. IV. Francisco de Egaña y Gorosarri fue Tesorero General de la provincia de Guipúzcoa y celebró su enlace con doña Ana de Erquicia, naciendo de esta unión V. Andrés de Egana y Erquicia, que casó con doña Teresa de Corta y Odriozola (hija de Jacinto de Corta y de doña Antonia Odriozola). Procrearon a VI. Manuel Joaquín de Egaña y Corta, Alcalde de Cestona en 1728 y 1732, Comisario de Caminos de la provincia de Guipúzcoa, marido de doña María González Cid, y ambos padres de VII. Domingo Ignacio de Egaña y González Cid, Oficial y Archivero del Real Consejo y Cámara de Castilla, y de la Contaduría del Real Consejo de las Ordenes Militares en Madrid; luego Alcalde de Cestona en 1783; Secretario de Juntas y Diputaciones de la provincia de Guipúzcoa, y autor de "El Guipuzcoano instruido", obra dispuesta de orden de los Comisionados de la Junta de 1779. Casó dos veces: la primera, con doña María Antonia de Jáuregui, y la segunda, con doña María de Cortázar y Aróstegui. Del primer enlace nacieron: 1º Bernabé Antonio de Egaña y Jáuregui, que sigue, 2º Martín de Egaña y Jáuregui, Sacerdote, y 3º Diego de Egaña y Jáuregui, también Sacerdote. Del segundo matrimonio fueron hijos: 4º Casimiro Javier de Egaña y Cortázar, fundador de la rama segunda. 5º Pablo de Egaña y Cortázar, de quien hay descendencia en América, y 6º Juan de Egaña y Cortázar. VIII. Bernabé Antonio de Egaña y Jáuregui fue autor de las "Instituciones y Colecciones de Guipúzcoa", y casó con doña Josefa de Urrizola y Lizardi, con la que tuvo estos hijos: 1º Julián de Egaña y Urrizola, que sigue, 2º Ignacia Abdona de Egaña y Urrizola, mujer de Juan Bautista de Amilibia y Quereizaeta, y 3º José María de Egaña y Urrizola, esposo de doña Dorotea de Egaña, a la que hizo madre de: a) Fernando María de Egaña y Egaña, Registrador de la Propiedad de Vergara, que de su matrimonio con doña Francisca de Arbulu tuvo a María, Casimiro y Josefa de Egaña y Arbulu. b) Mauricio de Egaña y Egaña, que casó con doña Gervasia de Iturralde, y procrearon a Francisco de Egaña e Iturralde, Abogado, y c) Angela de Egaña y Egaña, que celebró su enlace con Martín de Urreiztieta, Secretario de Junta y Diputaciones de Guipúzcoa, de 1857 a 1858, a quien sucedió en dicho cargo su hijo Joaquín de Urreiztieta y Egaña. IX. Julián de Egaña y Urrizola fue Decano del Ilustre Colegio de Abogados de San Sebastián, en 1845, 1850 y 1851, autor del "Ensayo sobre la nat y transcendencia de la legislación foral de las Provincias Vascongadas", obra impresa en Madrid en 1850. Contrajo matrimonio con doña Josefa Manterola, y fueron padres de: 1º Antonio María de Egaña y Manterola, que sigue 2º José Lázaro de Egaña y Manterola, Decano del mismo Colegio de Abogados en 1856, 1868, 1869, 1884 y 1885 y socio benemérito de las Conferencias de San Vicente de Paúl. Casó con doña Concepción Fernández Corral, y fue su hijo: a) Eduardo de Egaña y Fernández, Secretario del Gobierno civil de Guipúzcoa durante el reinado de don Alfonso XII, que se unió en matrimonio con doña Celestina Minondo, a la que hizo madre de Ignacia, Sacerdote jesuita; Jaime, Diputado provincial de Guipúzcoa de 1908 a 1910, y casado con doña Terasa Gómez- Cánovas y Chacón, y Marín Teresa de Egaña y Minondo, soltera. 3º Francisco Manuel de Egaña y Manterola, Oficial Primero del Ministerio de la Gobernación en el reinado de dona Isabel II, Diputado a Cortes, Caballero Procurador en muchas Juntas forales, en que brilló por su elocuencia y acendrado amor al país, y poeta eúskaro. Casó con doña Clementina de Belaunzarán a la que hizo madre de a) Victoria de Egaña y Belaunzarán. b) Emilia de Egaña y Belaunzarán. c) Conrado de Egaña y Belaunzarán, Abogado. d) Francisca de Sales de Egaña y Belaunzarán. e) Fanny de Egaña y Belaunzarán. f) Pilar de Egaña y Belaunzarán, y g) Matilde de Egaña y Belaunzarán, y 4º José María de Egaña y Manterola, Capitán de Chapelgorris de Guipúzcoa. X. Antonio María de Egaña y Manterola, fue Diputado foral de Guipúzcoa en 1860 y 1862, Alcalde de Vergara en diferentes años, Decano del Colegio de Abogados de San Sebastián, en 1870 y 1871 y Alcalde de la misma capital en 1875. Contrajo matrimonio con doña Manuela de Arregui, naciendo de este enlace: 1º José Joaquín de Egaña y Arregui, que sigue. 2º Julián de Egaña y Arregui, Actuario del Juzgado de Primera Instancia de San Sebastián y casado con doña Eugenia de Minondo. 3º Francisco de Egaña y Arregui, que siguió la carrera consular, desempeñando cargos en Francia e Italia, y fué luego Diputado provincial de Guipúzcoa. Celebró su enlace con doña Felisa de Minondo. 4º Feliciano de Egaña y Arregui, Capitán de Voluntarios de la milicia de San Sebastián durante la última guerra civil, y casado con doña María de Lopetegui, y 5º Antonio de Egaña y Arregui, Secretario del Ayuntamiento de San Sebastián, Comendador de Isabel la Católica y Camarero de Capa y Espada de S. S., casado con doña María de Elizarán. XI. José Joaquín de Egaña y Arregui fue Abogado en el Juzgado de Vergara, Alcalde de dicha villa, Diputado foral de Guipúzcoa en 1865 y Diputado provincial en 1896 y 1900. Se unió en matrimonio con doña Concepción O'Lawlor y Thomassa, y fueron padres de Ana, Rafael, Elena, Trinidad, Joaquín, Soledad, Javier, Román, Antonio María, Miguel Angel, Asunción e Inés de Egaña y O'Lawlor. I. Casimiro Javier de Egaña y Cortázar (hijo primogénito del segundo matrimonio de Domingo Ignacio de Egaña y González Cid, con doña María de Cortázar y Aróstegui, citados en el párrafo VII de la anterior rama), fue Catedrático de la Universidad de Oñate, y casó en Vitoria con doña Higinia Díaz del Carpio, a la que hizo madre de 1º Andrés de Egaña y Díaz del Carpio, que sigue, y 2º Pedro de Egaña y Díaz del Carpio, que fue Ministro de la Corona en el reinado de doña Isabel II, Intendente de la Real Casa de dona María Cristina, Gran Cruz de Carlos III, Senador vitalicio y Diputado General de Álava. Celebró dos matrimonios: el primero, con doña Juana de Mendizábal, y el segundo, con doña Pascuala de Orive. Del primer enlace no tuvo sucesión, naciendo del segundo: a) Gonzalo de Egaña y Orive. b) Fernando de Egaña y Orive, ambos muertos niños. c) Juana de Egaña Orive, esposa de Joaquín de Olalde. d) Cirilo de Egaña y Orive, Capitán del Ejército, y e) Micaela de Egaña y Orive, mujer de Antonio Molina. II. Andrés de Egaña y Díaz del Carpio fue Alcalde Mayor de Guernica, Teniente Corregidor de Vizcaya y Magistrado jubilado. Casó, en primeras nupcias con doña Crescencia de Gorosabel y Zubillaga, y en segundas con doña Abdona de Oquendo y Zabaleta. Del primer matrimonio fue hija 1º Elisa de Egaña y Gorosabel, mujer de Ramón de Xérica e Idígoras, Senador del Reino y Director de la Escuela de Montes. Del segundo enlace nacieron: 2º Casimiro Alberto de Egaña y Oquendo, que sigue. 3º Leonor de Egaña y Oquendo. 4º Sofía de Egaña y Oquendo, solteras. 5º Jesús de Egaña y Oquendo, Coronel de Artillería, casado con doña María de Verástegui y Novia, y 6º Blanca de Egaña y Oquendo, esposa del General Joaquín Herrero y Agulló. III. Casimiro Alberto de Egaña y Oquendo fue Catedrático y Rector de la Universidad de Oñate, Senador del Reino, Gran Cruz de Isabel la Católica y primer Conde de Egaña, por concesión de Su Santidad el Papa Pío IX. Casó con doña Concepción de Aranzabe y Alpizar, y fueron sus hijos: 1º Ignacia de Egaña y Aranzabe, Dama de S. M. la Reina y Marquesa de Rafal, Grande de España, por su matrimonio con Alfonso Pardo y Manuel de Villena, Marqués de Rafal, y 2º Alberto de Egaña y Aranzabe, que sigue. IV. Este Alberto de Egaña y Aranzabe fue segundo Conde de Egaña, y contrajo matrimonio con doña María del Pilar Bargés y Montenegro, y procrearon a V. Arturo de Egaña y Bargés, tercero y actual Conde de Egaña.             

Escudos de Armas del apellido:
Las primitivas: De plata, con una cruz flordelisada de gules, cargada de cinco panelas oro. Según Miguel de Salazar, ostentaron también: Cuartelado en sotuer por una cadena de azur: 1º y 4.º, de oro, con un águila de sable, y 2º y 3º, de plata, con un árbol de sinople, y un jabalí de sable pasante al pie del tronco. Juan Carlos de Guerra opina que estas últimas armas corresponden a la casa de Egaña de Yuso, por derivación de otro apellido.

Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aún así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza. El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huerfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miercoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los principes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general. El águila se concede en los blasones a los hombres que exceden en valor, generosidad y braveza a los demas hombres. El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apóstol en su martirio. Las familias españolas, que traen cadenas en su blasón, es por la batalla de las Navas, en la que se rompió el palenque de Miramomelín, guarnecido de gruesas estacas y cadenas muy fuertes La cruz es una pieza honorable, que representa la espada del caballero, dándose en Armería al combatiente que sacaba la espada teñida de sangre de sus enemigos. Del tiempo de las cruzadas quedaron algunas familias con la cruz por armas, para denotar que habían estado en ellas. La casa solariega, también llamada solar, casa fuerte, casa palacio, casa torre, casona, casal, etc., es el símbolo de las antiguas libertades de los nobles, caballeros e hidalgos, notoriedad y nobleza.