Varios tratadistas entienden que los apellidos Echabarri, Echabarría, Echáberri, Echébarri, Echebarría, Echeverri, y Echeberría, son modalidades de un mismo linaje, muy extendido por Vizcaya, Álava, Guipúzcoa y Navarra, y que la diferencia de sus nombres obedece a los distintos dialectos vascos en que se escribió dicho apellido. No es cosa de oponer reparos a esas afirmaciones, de muy difícil o casi imposible comprobación en estos tiempos, pero si conviene hacer constar que las partículas Echa y Eche, en vascuence, quieren decir casa en castellano, y que el significado de todos los mencionados apellidos es el de casa nueva, lo que no va, ciertamente, en contra de su comunidad de origen, pero sí indica diversidad de casas, de nuevas casas que, aun cuando fueran dimanadas de un mismo primitivo solar, es indudable que se separaron y diferenciaron notoriamente, usando escudos de armas distintos y formando familias diversas, sin otro vínculo de parentesco entre muchas de ellas que alguno muy remoto y problemático. También es interesante tener en cuenta que varias familias de los apellidos citados traen su arranque de lugares y anteiglesias de las Vascongadas y de Navarra de nombre idéntico al que dichas familias llevan por apellido, lo que sin duda parece indicar que éste lo tomaron del nombre de los pueblos de que eran originarias. Todas estas razones y nuestro constante deseo de poner en la compleja materia de nuestra obra las mayores claridades posibles, nos aconsejan el tratar por separado de los repetidos apellidos, para la mejor inteligencia de sus casas, de los puntos en que estas radicaron, de las relaciones o diferencias que presenten y de la variedad de los escudos de armas que tienen. Por último, consignaremos que Echábarri, Echabarría, Echaberri, Echebarría, etc., se escriben indistintamente con b y con v, pero que nosotros las escribiremos con b en el título de sus informaciones para su inclusión en el orden alfabético de esta obra, ya que esa es su ortografía antigua y verdadera, puesto que en el idioma vascuence no se usaba la v, si bien esta se generalizó en los tiempos modernos al castellanizarse numerosos vocablos de aquella lengua. Ahí están, como ejemplo, las voces de Vizcaya, Navarra y las correspondientes a los apellidos Chávarri, Echeverría, Echevarrieta, Echeveni, etc., que ahora es general escribirlos con v, incluso en las propias Vascongadas y Navarra. Y consignado todo lo que antecede, pasamos a ocuparnos en esta información del apellido Echábarri. Una de sus casas más antiguas radicó en la anteiglesia de Echábarri. Así la nombra Labayru. Pero otros autores y los Diccionarios geográficos que hemos visto, llaman a esa anteiglesia, que pertenece al partido judicial de Bilbao, Echévarri, llevando también este mismo nombre de Echévarri el linaje que de esa casa dimanó, lo que parece comprobar lo consignado antes, de que Echávarri y Echévarri son un mismo apellido. Otra antigua casa de Echávarri hubo en Baracaldo, del partido judicial de Valmaseda. Otra solar y armera en la anteiglesia de Bedarona, del partido de Guernica, aunque parece que el verdadero nombre de esta casa fue el de Echévarri. En la provincia de Álava hay tres lugares denominados Echábarri de Cuartango, Echábarri de Urtupiña y Echábarri de Viña, pertenecientes los tres al partido judicial de Vitoria. En el último de ellos, según afirman diversos testimonios, radicó otro solar y familia del apellido de Echábarri, una de cuyas ramas pasó a Guipúzcoa y fundó nueva casa en la villa de Ormáiztegui, del partido judicial de Azpéitia. De ese mismo solar del lugar de Echábarri de Viña, dimanó otra rama que pasó a Navarra y moró en la ciudad de Viana. A ella pertenecieron varios caballeros que obtuvieron ejecutoria de hidalguía y que fue asentada en los Libros Reales de la Cámara, en 1610. Distintos de estos Echábarri, hubo en Navarra otros que fueron dueños y Señores del Palacio de los Echávarris, en tierra de Estella, y consta por documentos fehacientes que en fines del siglo XIV era Señor de dicho palacio Nicolás Echávarri, Secretario Real, Maestre y padre de Lope Echávarri, vecino de Estella, a quien el Rey don Juan concedió el año de 1438 ejecutoria de hidalguía. Un descendiente directo de dicho Lope, llamado Juan de Echávarri, Justicia de la ciudad de Estella, del Consejo de su Majestad y Contador de la Santa Cruzada, pidió en el año de 1596 que la citada ejecutoria de hidalguía se asentase en los Libros Reales de la Cámara, lo que se mandó así. Descendiente del mismo palacio de Echábarri o Echávarri, fue la rama que tuvo asiento en la villa de Losarcos, del partido judicial de Estella. Algunos tratadistas llaman Echeverri a los Echávarri descendientes del palacio de tierra de Estella. En esta hay dos lugares denominados Echávarri: uno, hoy despoblado, en el Valle de Solana y término de Aberín, y otro en el Valle de Allin, y el nombre de ambos debe tener relación con el del linaje, del que fue cuna y solar el mencionado palacio. Otra casa solar del apellido Echábarri hubo en la anteiglesia de Galarza, del Valle de Léniz, Ayuntamiento de Arechavaleta y partido judicial de Vergara (Guipúzcoa). Una de sus ramas pasó a Vitoria, apellidándose allí González de Echábarri.
Escudos de Armas del apellido:
La casa de Echábarri de la anteiglesia de Echábarri o Echévarri, en Vizcaya: De oro, con un pino de sinople, y dos lebreles de gules pasantes al pie del tronco. A cada lado de la copa del pino, un lucero de oro perfilado de azur. La de Baracaldo: Partido: 1º, de oro, con un árbol de sinople con el tronco cargado de un escudete de oro, con cinco panelas de sinople, puestas en sotuer, y 2º, de plata, con otro árbol de sinople, y dos lobos de sable atravesados al tronco. Bordura para este sólo cuartel de gules, con ocho sotueres de oro. Los del lugar de Echibarri de Viña (Álava), y sus ramas de Ormáiztegui (Guipúzcoa) y Tudela (Navarra): De oro, con una banda de gules, acompañada de cuatro flores de lis de azur, dos en lo alto y dos en lo bajo. Los del palacio de Echávarri en tierra de Estella: De azur, con una estrella de oro. Los de la anteiglesia de Galarza (Guipúzcoa) y la rama que pasó a Vitoria: De oro, con una banda de gules, engolada en cabezas de dragones de sinople, lampasados de plata, y acompañada, en lo alto, de una cruz flordelisada de gules, y en lo bajo, de un águila exployada (de dos cabezas), de sable, coronada de lo mismo. Bordura de gules. En un certificado de armas dado por Zazo y Rosillo, a favor de don Antonio Vicente de Echávarri y Arechabala, Capitán de Fragata y Caballero de la Orden de Calatrava, ingresado en 1787, se dice que los Echábarri, de Guipúzcoa, usaron: Cuartelado: 1º, de oro, con un árbol de sinople, y un águila de sable, volante, sobre su copa; 2º, de plata, con cinco manojos de espigas de sinople, que empuñan sendas manos de carnación, puestos en sotuer; 3º, de plata, con dos castillos de gules, uno sobre otro, y un león rampante, de gules, a la siniestra de cada uno de ellos, y 4º, de sinople, con cinco estrellas de oro puestas en sotuer. Algunos usaron también solamente las armas contenidas en el primer cuartel de ese escudo.
Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aún así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza. El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huerfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miercoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los principes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general. El águila se concede en los blasones a los hombres que exceden en valor, generosidad y braveza a los demas hombres. El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apóstol en su martirio. La banda significa el tahalí del caballero, y la banda que traían atravesada del hombro diestro al flanco siniestro, y por eso se expresa en esta situación en el escudo, habiéndola puesto por armas muchos de los que fueron a las cruzadas, según el color con que se distinguian las naciones. La bordura simboliza protección, favor y recompensa; así mismo la cota que vestían los caballeros para la guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de la bordura de escudo, como insignia de valor. La bordura también se usa para combinar armerías, con la particularidad que las armas situadas en la bordura tienen siempre carácter secundario. El caballero simboliza la nobleza. En los comienzos de la Edad Moderna, era "soldado de caballería, que servia a su costa con armas y caballo". Desde el reinado de Felipe III, Caballero es el "Hidalgo de Nobleza reconocida". La cabeza significa trofeo, valor, superioridad y despojo sangriento. Los castillos son geroglífico de grandeza, y de elevación, porque ellos exceden en hermosura, en fortaleza, y en magnitud a todos los demas edificios: denota también el asilo, y la salvaguardia. La cruz es una pieza honorable, que representa la espada del caballero, dándose en Armería al combatiente que sacaba la espada teñida de sangre de sus enemigos. Del tiempo de las cruzadas quedaron algunas familias con la cruz por armas, para denotar que habían estado en ellas. La casa solariega, también llamada solar, casa fuerte, casa palacio, casa torre, casona, casal, etc., es el símbolo de las antiguas libertades de los nobles, caballeros e hidalgos, notoriedad y nobleza.