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Discuten los autores sobre la mayor o menor antigüedad de los Cabrera gallegos y aragoneses. No quieren los tratadistas catalanes y aragoneses que los Cabrera de la corona de Aragón desciendan del solar de Cabrera, en Galicia, sino de un caballero que vino de Francia acompañando al emperador Carlomagno para luchar contra los moros, y refuerzan su opinión añadiendo que antes de que hubiera Cabrera en Galicia, los había en Aragón y Cataluña, como lo demuestran las armas, pues mientras los aragoneses y catalanes traen una cabra de sable en campo de plata, los gallegos y castellanos traen dos cabras, y éstas concedidas por el rey Alonso XI. Otros autores refutan esta opinión y afirman que todos los Cabrera de España proceden de un mismo tronco y raíz, que estaba en el solar gallego, sin que suponga nada el argumento de las armas, pues desde muy antiguo los Cabrera de La Coruña ostentaron en su escudo una sola cabra, como lo testifica Rades de Andrada, que vio documentos de esta época con una sola cabra por armas. Otro argumento esgrimen los partidarios de la mayor antigüedad de los Cabrera gallegos, y es éste: El rey don Ramiro III de León comenzó a reinar a la edad de seis años, muriendo en el de 985, como prueba Ambrosio de Morales en el tomo III de su obra. Dicho monarca tuvo en su media hermana doña Hermesenda un hijo llamado Sancho «el Velloso», al que se considera como progenitor de la casa de Cabrera. Nació este príncipe en 978, y en al año 1000 tenía, por consiguiente, veintidós años, y pudo, por lo tanto, estar casado y tener hijos. Una rama pasó a Cataluña, Aragón y otra a la conquista de Córdoba, donde fundó Casa. El Emperador Carlomagno concedió, en el año 791, el título de Vizconde de Cabrera a Ponce de Cabrera, título que fue confirmado en esta familia en 1353 y 1572. Probaron muchas veces su nobleza en distintas Ordenes y Chancillerías. Ahora bien: la primera noticia que se halla de los Cabrera de la corona de Aragón se remonta al año de 1068, en el cual, según Zurita, florecía don Arnaldo Mir, señor de muchos castillos en los condados de Urgel, Pallars y Ribagorza. Este don Arnaldo tuvo cuatro hijos: dos varones, que murieron niños, y dos hembras, llamadas doña Valencia y doña Letgarda; la primera casada con don Ramón, conde de Pallars, y la segunda con don Poncio, vizconde de Cabrera, que (según opinión de los padres de la Compañía de Jesús, que hicieron el índice de los trabajos del citado histonador Zurita), fue el primer vizconde de Cabrera, y que pudo ser muy bien hijo o nieto de Sancho «el Velloso» y tomar el nombre y título del solar de Cabrera, en Galicia, que ya pertenecía al citado don Sancho. Que era muy mozo don Poncio de Cabrera el año de 1068 se prueba también por el mismo historiador Zurita, que dice en el capítulo III de su obra : «el año de mil noventa y uno, Ermengol, conde de Urgel, quedó en la tutela de Ramón, vizconde de Cardona, y de Poncio, vizconde de Cabrera». Resulta de todo lo dicho que en Aragón y Cataluña no hay memoria de los Cabrera hasta el año de 1068, mientras en Galicia la hay desde antes del año 1000. El mismo Zurita, hablando del repartimiento que hizo Ramón Berenguer, conde de Barcelona, en 1040, cita a los vizcondes de Cardona, Girona, Cervelló y otros, y no nombra a Poncio, vizconde de Caprera. CONDES DE URGEL I. Poncio de Cabrera (hijo primero de Geraldo de Cabrera, segundo del nombre, y de su mujer doña Eylo de Castro, heredó de su padre el condado de Urgel en 1236, por haberse hecho aquél (según Zurita) religioso templario. Asistió a las Cortes celebradas en Monzón por el rey Jaime I «el Conquistador» con su hermano don Geraldo, vizconde de Cabrera, y casó con doña Isabel Folc de Cardona, hermana del vizconde de.Cardona, naciendo de esa unión 1º Ermengol de Cabrera, conde de Urgel, que sigue. 2º Alvaro de Cabrera, que continuará. 3º Poncio de Cabrera, dedicado a la Iglesia. 4º Geraldo de Cabrera, esposo de doña Leonor González de Lara, y 5º Marquesa de Cabrera, esposa de Guillermo de Peralta y padres de Ramón y de Guillermo de Peralta. II. El primogénito, Ermengol de Cabrera, fue duodécimo conde de Urgel y vizconde de Ager; pero murió sin sucesión, heredándole su hermano. III. Alvaro de Cabrera, décimotercero conde de Urgel, vizconde de Ager. Tuvo ciertas diferencias con Jaime «el Conquistador», que le ocupó parte de sus castillos. Casó por primera vez con doña Constanza de Montcada y fue su hija única 1º Leonor de Cabrera, que sigue. La segunda vez casó con doña Cecilia, hermana del conde de Foix, viviendo su primera mujer. De esta segunda unión parece ser que hubo también hijos, que sostuvieron grandes pleitos con la hija legítima, doña Leonor. IVER Esta doña Leonor de Cabrera fue décimocuarta condesa de Urgel y casó con Sancho de Antillón, señor de la baronía de Antillón, ricohombre de Aragón, y procrearon a VER Constanza de Antillón y Cabrera, décimoquinta condesa de Urgel, casada con Gonzalo de Entenza, señor de aquellos estados y fue su hija única VI. Teresa de Entenza Cabrera, décimosexta condesa de Urgel, esposa del infante don Alonso, después rey de Aragón con el nombre de Alonso IV, del que tuvo a 1º Pedro IV «el Ceremonioso», que sucedió a su padre en la corona de Aragón. 2º Jaime de Aragón, que sigue, y 3º Constanza, reina de Mallorca. VII. El segundo, Jaime de Aragón, fue décimoséptimo conde de Urgel y vizconde de Ager. Casó con doña Cecilia, hija del conde de Cominges, y fueron padres de 1º Pedro de Aragón y Cabrera, que sigue, y 2º Jaime de Aragón. VIII. El primero, Pedro de Aragón y Cabrera, décimoctavo conde de Urgel y vizconde de Ager, pretendió ser rey de Aragón cuando los nueve jueces, en el compromiso de Caspe, eligieron al infante don Fernando de Castilla, levantándose en armas contra este monarca, el cual le venció y aprisionó, muriendo en un castillo. Había casado con doña Isabel, hija del rey don Pedro IV de Aragón, naciendo de esta unión 1º Leonor de Aragón y Cabrera, esposa de Ramón de Orsini, conde de Nola, y 2º Juana de Aragón y Cabrera, casada con el conde de Foix, y luego con el conde de Cardona y Prades, de quien hubo mucha sucesión. El P. Gándara pone mucho empeño en diferenciar a los Cabrera, de los Cabrera y Rivera. En solar de los Cathera y Rivera estaba, según dicho autor, en la raya que divide a Galicia de Castilla, cerca de Ponferrada: fue siempre de los Osorio y en tiempo del P. Gándara era de los marqueses de Villafranca. ?El de los Rivera legítimos está en la Limia, a do dizen el castro de Rivera, i es señor temporal dél el conde de Monterrei se intitula señor de la casa de Rivera; no porque sea de su descendencia, ascendencia, sino por compra que izo de esta jurisdicción al Rei D. Felipe Segundo el año de 1564, quando se vendieron las jurisdicciones Abadengas, i esta, i otras eran de el Monasterio de Celanova, que tiene aquí un Priorato, etc.?. Otros autores relacionan el apellido con los monarcas godos en la persona del príncipe don Osorio, primo y caudillo del rey Don Pelayo. Fueron varios los caballeros Cabrera que lucharon contra árabes. La casa de Canarias formada por Alonso de Cabrera, hijo de Fernando Díaz de Cabrera, sexto Señor de las Torres de Arias Cabrera, embajador del rey Enrique III al rey moro de Granada y conquistador de Antequera. El hijo de Diego Cabrera el Viejo fue el conquistador de las Canarias. Don Alonso de Cabrera, caballero venticuatro de Córdoba pasó a Lanzarote y luego a Fuerteventura. De él descienden los famosos Coroneles de la isla, a los que perteneció el palacio del pueblo de la Oliva.

Escudos de Armas del apellido:
Los de Galicia y Córdoba traían estas Armas: En campo de oro, dos cabras de sable, pasantes puestas en palo. Son las que figuran en nuestra Heráldica de Galicia. Otros: En campo de plata, dos cabras pasantes, de sable. El autor del manuscrito de OCEA-CADAVAL dice que algunos traían ?por orla del escudo doce jaqueles, seis de oro y seis de plata y en cada uno de los de plata una cruz negra como la de Calatrava?. Las primitivas del linaje en Galicia, Aragón y Cataluña eran: En campo de oro, una cabra, pasante, de sable. Los vizcondes de Cabrera y sus ramás en Aragón y Cataluña añadieron a este escudo una bordura componada de oro y sable.           

Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. La bordura simboliza protección, favor y recompensa; así mismo la cota que vestían los caballeros para la guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de la bordura de escudo, como insignia de valor. La bordura también se usa para combinar armerías, con la particularidad que las armas situadas en la bordura tienen siempre carácter secundario. La cabra simboliza al caballero que, en servicio de su Rey y su Patria, ha pasado inmensos sacrificios a fin de coger desprevenidos a los contrarios derrotándoles. La cruz es una pieza honorable, que representa la espada del caballero, dándose en Armería al combatiente que sacaba la espada teñida de sangre de sus enemigos. Del tiempo de las cruzadas quedaron algunas familias con la cruz por armas, para denotar que habían estado en ellas.