Origen y significado del apellido CABALLERO
Aragonés. De Alcañiz (Teruel), desde donde se extendió por Castilla, Asturias y Andalucía. Una rama pasó a Méjico. De todos modos, se trata de un apellido que no está excesivamente generalizado en América. Geográficamente, hay un distrito en Paraguay así denominado: Caballero, situado al S.E. de la capital, Asunción. No consta por quién fue fundado, ni a quién debe su nombre. De este apellido los hubo precisamente en Paraguay y entre ellos puede citarse a Bernardino Caballero, un militar que llegó a ser presidente provisional de aquel país y que durante su gobierno se caracterizó por su política de reformas, tolerando y respetando la oposición política. En lo que se refiere a Cuba, descendiente de una de las líneas españolas que pasó a aquel país fue José Agustín Caballero, sacerdote y pedagogo, que fue profesor de la Real y Pontificia Universidad en el año 1.771, así como José Caballero de la Luz, otro escritor cubano asimismo de ascendencia hispana. Pertenciente a la rica clase de los terratenientes criollos, viajó por Europa donde se relacionó con hombres como Mumboldt. Fundó el Colegio de san Pablo en la capital cubana y fue autor, entre otras obras de los aforismos de valor moral y cívico, no obstante su condición de partidario de la esclavitud de los negros. El Marquesado de Caballero lo ostentó don José Antonio Caballero, que fue nombrado ministro de Gracia y Justicia en substitución de Jovellanos. En la guerra de la Independencia, reconoció al hermano de Napoleón, José I como rey de España, lo que a la caída de éste, le hizo emigrar a París no regresando a España hasta 1.820.
En Cantabria, parece que el origen de este apellido, es en Soto de Campoo, según Bartolomé de Frías, quien dice que son descendientes de los Laras y Mendozas, pero existe otra rama importante en Curiezo a la que pertenecía el Caballero de Carlos III, Don Andrés Caballero y del Mazo, que ingresó en la orden en 1826; éste y su hermano José fueron Caballeros Hijosdalgo de Madrid en 1791. A mediados del siglo XVIII, siete familias de Curiezo llevaban este apellido, siendo todos ellos nobles. En Soba en el lugar de Villaverde existió otra casa de este apellido de la que recibió Expediente de Hidalguía Don Juan Antonio Caballero en 1785. A mediados de ese dicho siglo, existía una familia Caballero también en Soba, en el lugar de El Prado donde aparecen empadronados como hidalgos desde 1691. Rufino de Pereda, dice: "La distinguida familia del apellido Caballero, tiene su casa solariega en las Montañas de Burgos, en el lugar de Ibio, Valle de Cabezón, Asturias de Santillana; es de mucha antigüedad de hijosdalgo e infanzona"; añade que lucharon en la conquista de Andalucía desde épocas de Fernando III el Santo y cuenta una leyenda, que destacando un montañés en una batalla, preguntóle el Rey: ¿Quién sois, caballero?, y él contestó: Un caballero, Señor", y el rey le dio Caballero por apellido a quien solo Fernández se llamaba.
Otra casa de este mismo apellido estuvo situada en Bárcena Mayor, donde nació Don Juan Antonio Caballero, nacido en Cádiz, quien recibió certificación en 1787 contra el Concejo de Villaverde de Soba donde tenía bienes raíces y vecindad como hijodalgo y se hallaba ausente en Indias. Era segundo nieto paterno de Don Santiago Caballero, natural de Bárcena Mayor, y quinto nieto de Don Toribio Caballero del mismo solar.
Armas. Descripción de los escudos, conforme a las leyes de la heráldica:
En campo de gules, un caballero, armado de plata, jinete en un caballo del mismo metal, con una espada desnuda en la mano diestra y una rodela en la siniestra.
Otros, de Andalucía, traen: en campo de gules, una banda de oro engolada en cabezas de dragones de sinople lampasados de gules.
Los Marqueses de Caballero traen: escudo cuartelado: 1.° y 4.°, en campo de sinople, un castillo de plata; 2.°, en campo de plata, tres troncos al natural, y 3.°, en campo de gules, tres fajas de oro.
Otros traen: escudo cuartelado: 1.º y 4.°, en campo de sinople, un castillo de plata adjurado de sable y donjonado de tres torres almenadas; 2.°, en campo de plata, dos escorpiones de sinople afrontados, y 3.°, en campo de gules, tres fajas de oro.
Escudo cuartelado: 1.º, en campo de oro, una cruz floreteada; 2.º, en campo de plata árbol de sinople, 3.º, en campo de azur, castillo de plata y 4.º, en campo de oro tres fajas de gules y bordura de gules con ocho sotueres de oro. Éstas son las armas que le dio el Rey Fernando III al caballero montañés, según la leyenda a la que hacíamos referencia anteriormente.
Don Juan Antonio Caballero, de Bárcena Mayor, recibe por armas: En campo de gules, banda de oro acompañada de cinco aspas de oro, tres arriba y dos abajo.
Son muy diversas las armas que se dan para este apellido; para los de Soto de Campoo se apuntan: Escudo partido: en campo de sinople, castillo de su color y debajo, ondas de azur, y 2.º, veros de azur y plata, bordura de gules y ocho flores de lis de oro, y por timbre un lucero de oro.
Otros señalan: Campo de gules, banda atravesada, cinco aspas y una "F", todo de oro.
Simbología de las armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aún así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753
Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, péleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín.
La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño.
El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza.
El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza.
El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huerfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miercoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los principes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general.
El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apostol en su martirio.
El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apostol en su martirio.
La banda significa el tahalí del caballero, y la banda que traían atravesada del hombro diestro al flanco siniestro, y por eso se expresa en esta situación en el escudo, habiéndola puesto por armas muchos de los que fueron a las cruzadas, según el color con que se distinguian las naciones.
La bordura simboliza protección, favor y recompensa; así mismo la cota que vestían los caballeros para la guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de la bordura de escudo, como insignia de valor. La bordura también se usa para combinar armerías, con la particularidad que las armas situadas en la bordura tienen siempre carácter secundario.
El caballero simboliza la nobleza. En los comienzos de la Edad Moderna, era "soldado de caballería, que servia a su costa con armas y caballo". Desde el reinado de Felipe III, Caballero es el "Hidalgo de Nobleza reconocida".
El caballo es símbolo de la guerra, representando la osadía y la rapidez en la acción.
La cabeza significa trofeo, valor, superioridad y despojo sangriento.
Los castillos son geroglífico de grandeza, y de elevación, porque ellos exceden en hermosura, en fortaleza, y en magnitud a todos los demas edificios: denota también el asilo, y la salvaguardia.
La cruz es una pieza honorable, que representa la espada del caballero, dándose en Armería al combatiente que sacaba la espada teñida de sangre de sus enemigos. Del tiempo de las cruzadas quedaron algunas familias con la cruz por armas, para denotar que habían estado en ellas.
La cruz floreteada se puso en memoria de la batalla de las Navas de Tolosa, en 1212.