Asturiano, que parece descender de una familia que vino con los troyanos a España, formando dos casas solariegas en el concejo de Valdés (Asturias); una en Luarca, que conservó la denominación de Abella, y otra en Orano, llamado después Torre de Brieves, que se llamó Abelló. Posteriormente se extendieron por Aragón, Cataluña y América. Abelló es aumentativo de Abella y tiene su mismo primitivo origen. Rama del linaje de los Abella, que tiene como tronco a un caballero apellidado Abelló, que militó con Don Jaime I.
Escudos de Armas del apellido Abelló:
En campo de sinople, una colmena situada a la derecha del escudo, con varias abejas volando en torno de ella y un oso asaltando la colmena, y a la izquierda del escudo un hombre armado en acción de herir al oso, y detrás de él un castaño al natural. Sus armas son muy semejantes a las primitivas de Abella y Abelló, y consisten en un escudo de gules con una colmena de oro sumada de un lirio o azucena del mismo metal y encima de la colmena una abeja, tambien de oro, libando el jugo de la flor para hacer la miel.
Simbología del Escudo de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aún así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huerfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miercoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los principes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general. Luisa Benedictina de Borbon, esposa del duque de Maine fundó en 1705 la Orden de la Abeja, en Escó. Tenía por divisa un medallón de oro, que se llevaba al cuello pendiente de una cadena del mismo metal, con una colmena de relieve y una abeja volando con este mote: "Píccola si, ma fa pure gravi le ferite". De esta Orden de Caballería quedó a sus caballeros la facultad de blasonar sus armas con la colmena o las abejas. La azucena simboliza la pureza, caracterizada tanto por su delicada hermosura como por la suave fragancia que desprende; mas si la manosean, esta fragancia torna en desapacible olor que exige vindicación contra el ultraje recibido. Esta asociada al noble arte de la caballería, apareciendo como símbolo de la Orden de la Azucena, fundada en el año 1413 por el rey Fernando I de Aragón. Luisa Benedictina de Borbon, esposa del duque de Maine fundo en 1705 fundó la Orden de la Abeja, en Escó. Tenía por divisa un medallón de oro, que se llevaba al cuello pendiente de una cadena del mismo metal, con una colmena de relieve y una abeja volando con este mote: "Píccola si, ma fa pure gravi le ferite". De esta Orden de Caballería quedó a sus caballeros la facultad de blasonar sus armas con la colmena o las abejas. El castaño simboliza la providencia y munificencia del linaje. Luisa Benedictina de Borbon, esposa del duque de Maine fundo en 1705 fundó la Orden de la Abeja, en Escó. Tenía por divisa un medallón de oro, que se llevaba al cuello pendiente de una cadena del mismo metal, con una colmena de relieve y una abeja volando con este mote: "Píccola si, ma fa pure gravi le ferite". De esta Orden de Caballería quedó a sus caballeros la facultad de blasonar sus armas con la colmena o las abejas.