Antiguo linaje de Aragón y Cataluña. Pasó a Valencia cuando la conquista de este reino por el rey aragonés don Jaime I. En dicha campaña sirvió a este monarca un Alonso de Arrufat, del que escribió mosén Jaime Febrer lo siguiente: «Son pruebas de su grande ingenio los muchos favores con que le honró el rey don Jaime, que le encargó de la fundación de la villa de Castellón de la Plana; él lo cumplió, limpiando su territorio de la mucha maleza; procuró dar vado a las aguas detenidas, formando el declive con prodigiosas acequias, para que fuesen a parar al mar». Descendiente del mencionado Alonso Arrufat fue Miguel de Arrufat, «caballero ? escribe Viciana ? que sirvió al rey don Pedro de Aragón (Pedro IV «el Ceremonioso»), en la jornada que hizo contra el castillo y villa de Moruedre, cuando se alzaron por el rey don Pedro de Castilla, en que duró el cerco seis meses: en los cuales el dicho Miguel de Arrufat hizo muchas cosas y hazañas bien hechas, y al rey acceptas: por las cuales el rey dixo que le tenía y reconocía por gentilhombre e infancón, descendiente de la antigua familia militar del apellido Arrufat de Aragón: según parece con privilegio dado en dicho cerco el primero de septiembre año MCCCXV. Y como se hallase en el mismo cerco don Juan Ximénez de Urrea, señor del castillo y teniente de Alcalaten, diJo, como testigo de vista, que era verdad que el dicho Miguel de Arrufat era hidalgo y descendía del linaje Arrufat de Aragón, hidalgos e infanzones antiguos, como él los conociese a todos, según parece por las palabras dichas por don Juan Ximénez Urrea con carta pública que pasó ante Pedro García Notario, a XIII de octubre del mismo año». Añade Viciana que el mencionado M.iguel de Arrufat tuvo dos hijos: Uno, llamado Juan de Arrufat, fundó casa en la hoy ciudad de Villarreal, del partido judicial de Castellón de la Plana, y tuvo larga descendencia que vivió en Castellón. El otro hijo, llamado Pedro Arrufat, levantó su casa en Onteniente (Valencia), y sus hijos y nietos se extendieron por Villena y Biar (Alicante). Los caballeros Arrufat fueron del extremo brazo militar de Valencia y familia de mucho lustre, como lo prueba la sepultura de Ramón de Arrufat, en Poblet, y las mandas que dejó.
Escudos de Armas del apellido:
Trae escudo tajado de oro y gules y un león rampante del uno en el otro. Bordura de azur con cinco escudetes de plata, con dos chevrons de gules. Estos escudetes contienen las armas de la casa de Codinats, con la que emparentaron los Arrufat. Las armas descritas se ven en algunas obras, organizadas en escudo cortado, por errónea interpretación de sus autores. Piferrer, Vilar y Psayla y el dibujante de la edición impresa de las Trovas, de Febrer, incurren en este error.
Simbología de los escudos de Armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc..), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc.., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc..) y esmaltes heráldicos, aun así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753 Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc., "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín. La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño. El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza. El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza. La bordura simboliza protección, favor y recompensa; así mismo la cota que vestían los caballeros para la guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de la bordura de escudo, como insignia de valor. La bordura también se usa para combinar armerías, con la particularidad que las armas situadas en la bordura tienen siempre carácter secundario. El cabrio o chevrón representa las botas y espuelas del caballero, concediendose ésta pieza en Armería a los que salen heridos en las piernas, aunque muchos la tienen por símbolo de protección. La casa solariega, también llamada solar, casa fuerte, casa palacio, casa torre, casona, casal, etc.., es el símbolo de las antiguas libertades de los nobles, caballeros e hidalgos, notoriedad y nobleza.